Cataluña sitúa su déficit fiscal entre 1986 y 2009 en el 8 % del PIB

  • La Generalitat estima que el déficit fiscal de Cataluña con respecto al Estado entre 1986 y 2009 fue cada año, de media, del 8 % del PIB catalán, una contribución que el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, ha tildado de "inaguantable" y "excesiva" tanto a corto como a largo plazo.

Barcelona, 12 mar.- La Generalitat estima que el déficit fiscal de Cataluña con respecto al Estado entre 1986 y 2009 fue cada año, de media, del 8 % del PIB catalán, una contribución que el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, ha tildado de "inaguantable" y "excesiva" tanto a corto como a largo plazo.

Así se desprende de los cálculos hechos por el ejecutivo catalán con la metodología diseñada por un grupo de expertos, que para poder hacer comparaciones en este período de 24 años ha anulado el efecto de la variabilidad en la situación financiera del sector público central.

El conseller ha asegurado que este déficit que padece Cataluña "casi es un diezmo" con el Estado, en alusión al derecho que se pagaba al rey sobre el valor de las mercancías que se traficaban y llegaban a los puertos, y ha remarcado que el pacto fiscal que reclama Artur Mas es la "solución" a este desequilibrio.

En rueda de prensa, el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, ha dado hoy a conocer el último dato disponible de la balanza fiscal de Cataluña con el Estado, que es la diferencia entre lo que aportaron los catalanes al conjunto de España en forma de impuestos y lo que recibieron del Estado a través de los servicios públicos y las inversiones.

El conseller ha recordado que en 2009, el último año del que se disponen datos, el déficit fiscal de Cataluña fue del 8,4 %, lo que se tradujo en un desfase de 16.409 millones de euros, mientras que durante el período 2006-2009 la media fue 8,2 %.

Para calcular las balanzas fiscales se suelen usar dos métodos: el del flujo monetario, que sirve para medir el impacto de un servicio público o una inversión en un territorio, y el de flujo del beneficio, que trata de medir cómo incrementa el nivel de bienestar de los individuos residentes en un territorio la actuación del sector público.

El conseller ha asegurado que consideraba "menos robusto" el segundo método, por lo que la Generalitat prefiere el primero, que se basa en imputar el gasto en el lugar donde se materializa, lo que implica que un museo como el MNAC, por ejemplo, genera riqueza donde se construye, en este caso en Barcelona.

Teniendo en cuenta este criterio, el déficit fiscal de Cataluña fue del 7,9 % del PIB en 2006 (14.493 millones de diferencia), en 2007 se elevó al 8,1 % (15.913 millones), en 2008 creció hasta el 8,5 % (17.200 millones) y en 2009 se redujo una décima, hasta los 16.409 millones.

Preguntado por cuál es el límite de solidaridad que debe marcarse Cataluña, el conseller ha evitado cifrarlo, aunque ha precisado que enviará al Gobierno una copia de este estudio, que quiere que forme parte de la documentación que se use para negociar con el Ejecutivo un nuevo modelo de financiación de Cataluña.

En cambio, si se usa el otro método de cálculo, el del flujo del beneficio, el gobierno catalán estima que el déficit fiscal en 2009 sería del 5,8 % del PIB catalán, lo que equivale a un desfase de unos 11.261 millones de euros.

Según los datos de esta actualización de la balanza fiscal dada hoy a conocer por el gobierno catalán, de cada euro que la administración central recauda en Cataluña (excluyendo la Seguridad Social y el paro) 43 céntimos no se gastan en este territorio.

Así pues, aunque la administración central del Estado y los entes que dependen de ella obtienen de Cataluña el 19,7% del total de sus ingresos, solo destina el 11,2% a este territorio, según la Generalitat.

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