CE autoriza la subvención para la planta nuclear británica de Hinkley Point

  • La Comisión Europea (CE) ha autorizado los revisados planes del Reino Unido para subvencionar la construcción y operación de una nueva planta nuclear en Hinkley Point, en Somerset (suroeste inglés), después de que las autoridades modificaran los términos para financiar el polémico proyecto.

Bruselas, 8 oct.- La Comisión Europea (CE) ha autorizado los revisados planes del Reino Unido para subvencionar la construcción y operación de una nueva planta nuclear en Hinkley Point, en Somerset (suroeste inglés), después de que las autoridades modificaran los términos para financiar el polémico proyecto.

El vicepresidente de la CE y comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, dijo hoy que "tras la intervención de su departamento, las medidas británicas a favor de la planta nuclear de Hinkley Point fueron modificadas significativamente, limitando cualquier distorsión de la competencia en el mercado único".

"Estas modificaciones también permitirán importantes ahorros a los contribuyentes británicos. Sobre esta base y tras una investigación en profundidad, la CE ha determinado que el apoyo (público) es compatible con las reglas de ayudas de Estado", agregó.

Organizaciones como Greenpeace han protestado por lo que consideran una "claudicación" ante la industria nuclear por parte de la CE a costa de los contribuyentes y el medio ambiente, de acuerdo con la asesora legal de esta ONG para la UE, Andrea Carta.

Esa planta, que contará con dos reactores y será operada por la francesa EDF, es la primera que se construirá en el país desde 1995 y la primera del mundo desde el desastre de Fukushima en 2011.

Bajo el Tratado de la UE, los estados miembros pueden decidir libremente la composición de la cesta energética.

El Reino Unido planea establecer un apoyo a los precios para garantizar que el operador de la central nuclear obtenga ingresos estables durante 35 años.

EDF también se beneficiará de una garantía del Estado que cubre cualquier deuda que el operador contraiga en el mercado financiero para financiar la construcción de la planta.

Las autoridades británicas han demostrado, a juicio del Ejecutivo comunitario, que este apoyo hace frente a un "fallo real en el mercado" y que los promotores del proyecto, el más caro del mundo, según Greenpeace, no pueden obtener la financiación necesaria, "debido a su alcance y naturaleza sin precedentes", explicó la CE.

En cuanto a la garantía del Estado, la CE sostiene que la tasa inicial que el operador tenía que pagar al Tesoro británico era demasiado baja para el perfil de riesgo del proyecto, por lo que ha sido aumentada significativamente.

El incremento reducirá en más de 1.300 millones de euros la subvención y proporcionará al Tesoro unas ganancias equivalentes.

Además, indicó la Comisión, los beneficios generados por el proyecto serán "mejor compartidos con los consumidores británicos".

Ello es así, asegura, porque tan pronto como los ingresos totales del operador (la rentabilidad financiera) superen un porcentaje fijado, cualquier ganancia será compartida con la entidad pública que otorga el apoyo financiero.

Además, se establece un segundo límite mayor por encima del cual esta entidad obtendrá más de la mitad de las ganancias, que serán compartidas con los consumidores a través de una reducción en el precio pagado por esa agencia a EDF.

Ese mecanismo estará en vigor no solo durante los 35 años de duración del apoyo financiero como inicialmente estaba planteado, sino durante toda la vida útil de 60 años de la nueva nuclear.

Además, si los costes de construcción, cifrados en unos 31.200 millones de euros, resultasen ser inferiores, ese ahorro será compartido igualmente con los contribuyentes.

La nueva planta, que comenzará a operar previsiblemente en 2023 y que generará 3,3 gigavatios de electricidad, requerirá una financiación de la deuda por unos 21.600 millones de euros y tendrá un capital de 43.000 millones de euros.

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