Pekín, 16 oct.- China observa "de cerca" las maniobras militares conjuntas que llevarán a cabo a principios de noviembre Estados Unidos y Japón, frente a lo que se reserva el derecho a "responder" en medio de la escalada de tensión entre Pekín y Tokio por la soberanía de las islas Diaoyu.
El portavoz chino del Ministerio de Exteriores, Hong Lei, consideró hoy que mantener "la paz y estabilidad" en la región Asia Pacífico beneficia al interés común y, por ello, instó a no incrementar las tensiones en la zona.
Hong contestó así en su rueda de prensa diaria, tras ser preguntado por las nuevas maniobras que iniciarán EEUU y Japón a principios de noviembre.
A pesar de que estas acciones militares conjuntas no son novedad, al parecer, el objetivo -en el contexto en el que se enmarcan- sí lo es: según publican diversos medios, simularán la invasión de una isla por fuerzas extranjeras.
En plena escalada de tensión entre Tokio y Pekín por las disputadas Diaoyu, llamadas Senkaku por Japón, el portavoz chino hoy volvió a insistir a su vecino que lleve a cabo "acciones concretas" para resolver sus desavenencias.
China, no obstante, dio un paso más en el conflicto al enviar siete barcos de su Armada a la zona contigua a la provincia japonesa de Okinawa, al sur del disputado archipiélago, frente a lo que hoy el portavoz de la cartera de Exteriores rechazó hacer ningún comentario.
El grupo de barcos, formado por destructores y fragatas, fueron avistados a primera hora de la mañana a 49 kilómetros de la isla de Yonaguni, en el archipiélago de Okinawa, y a 110 de Taiwán, en dirección noreste, informó la agencia Kyodo.
Mientras Japón y EEUU se preparan para sus nuevas maniobras conjuntas, China comenzó esta semana los entrenamientos de su primer portaaviones, la primera prueba de este barco desde que fue incorporado a la Armada china.
Las tensiones entre Japón y China escalaron cuando en septiembre Tokio anunció la compra de tres de los polémicos islotes, frente a lo que China respondió con el envío de patrulleras a las aguas del archipiélago.
La decisión de Japón desató violentas manifestaciones antijaponesas en cientos de ciudades chinas y la suspensión de los actos para conmemoran el 40 aniversario del reinicio de relaciones diplomáticas entre Tokio y Pekín.
En este contexto, decenas de firmas japonesas -desde automovilísticas hasta cadenas de restaurantes- decidieron paralizar su actividad por miedo a ataques.
Hoy mismo, el diario "South China Morning Post" publicó que cuatro japoneses habían sido atacados en un restaurante en Shanghái.
La enrarecida relación diplomática entre ambos gigantes asiáticos llevó incluso a China cancelar la asistencia de su ministro de Finanzas y del Gobernador del Banco Popular a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) celebrada la semana pasada en Tokio.
El archipiélago, deshabitado y con una superficie de 7 kilómetros cuadrados, se cree que puede albergar reservas de hidrocarburos y es un foco histórico de disputa entre ambos países.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios