Madrid, 9 may.- Cientos de personas molerán café en plazas públicas de toda España para poner de manifiesto que "Para disfrutar de un buen café, no hace falta que termine molido nadie", lema con el que la Coordinadora Estatal de Comercio Justo celebra el Día Mundial de Comercio Justo.
Así, a lo largo del próximo sábado, 171 municipios españoles desarrollarán actividades para "reivindicar otro modelo de comercio internacional, justo, equitativo y basado en el respeto a los derechos de todas las personas: quienes producen y quienes consumen", detalla el manifiesto que se leerá ese día.
La directora de la Coordinadora, Marta Lozano, ha explicado en rueda de prensa que la campaña se ha centrado en el comercio de café, dado que es "un claro ejemplo de las injustas leyes que rigen el comercio internacional y que benefician a unas personas a costa de otras".
Según un informe de la propia organización, el café es -después del petróleo- el producto básico que genera un mayor volumen de negocio en el mundo; un negocio controlado por cinco grandes empresas trasnacionales que genera 52.000 millones de euros al año.
De esa cantidad, sólo el 10 por ciento llega a los millones de campesinos que cultivan café en el mundo; el resto se queda en manos de intermediarios -como España- y de los especuladores bursátiles.
Así, según un informe de la Coordinadora, en 2010, España importó 300 millones de kilos de café, de los que exportó una tercera parte; importó café en forma de grano verde "a un precio bajo" para exportarla como producto elaborado (sobre todo café soluble) "a precios más elevados".
Por contra, siguiendo las pautas establecidas por la Organización Mundial del Comercio Justo, el productor de café recibe hasta un 17 por ciento del precio final, hasta el 50 por ciento de forma anticipada, de modo que, además, no tendrá que recurrir a los "créditos abusivos".
El sello de "producto de comercio justo" garantiza además que no se ha utilizado mano de obra infantil, que el salario y las condiciones laborales son iguales para hombres y mujeres, y que las técnicas de producción empleadas han sido plenamente ecológicas.
Todas estas garantías y la producción y comercialización por vías paralelas a las habituales no supone un incremento en el precio final del producto, ha asegurado el responsable de estudios de la Coordinadora, Gonzalo Donaire, quien ha explicado que los precios se mantienen ya que se reduce el número de intermediarios.
Los responsables de la organización han reconocido que, en España "queda mucho por hacer" ya que el porcentaje de consumidores de productos de comercio justo "es ínfimo".
Así, en 2010 se comercializaron productos de comercio justo por valor de tan sólo 22,5 millones de euros, la mitad de ellos correspondiente a las ventas de café.
Esto supone que cada español consume de media 50 céntimos en productos de consumo justo al año, detalla la coordinadora, que no obstante asegura que es "tres veces más que hace diez años".
La red comercial de este tipo de comercio también debe ser potenciada, ya que, en los mas de 25 años desde que abrió la primera tienda en España (en 1986, en el País Vasco) sólo se han establecido 110 tiendas, diez de ellas en Madrid.
"Somos neófitos en comercio justo", ha reconocido Lozano.EFE
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