Codere pacta seguir negociando su deuda y no presentar concurso acreedores

  • La compañía del sector del juego Codere ha acordado con los bonistas no presentar la solicitud de concurso de acreedores y darse un plazo de diez días para seguir negociando, han informado hoy a Efe fuentes de la empresa.

Madrid, 30 abr.- La compañía del sector del juego Codere ha acordado con los bonistas no presentar la solicitud de concurso de acreedores y darse un plazo de diez días para seguir negociando, han informado hoy a Efe fuentes de la empresa.

Codere ha comunicado hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha suscrito tres acuerdos con la totalidad de los titulares de su crédito senior y con una mayoría significativa de los de los bonos emitidos en euros y dólares.

Estos acuerdos son de "no exigibilidad de obligaciones (standstill en inglés)", según consta en la comunicación de la CNMV.

Las fuentes han recordado que la empresa se encuentra en situación de preconcurso de acreedores y que el próximo 2 de mayo acababa el plazo para presentar el concurso voluntario de acreedores.

Con el pacto alcanzado las partes se comprometen a seguir negociando durante diez días más, después de que la empresa se acogiera a la situación de preconcurso el pasado 2 de enero debido a la situación financiera, a la previsión de tesorería a corto plazo y ante las dificultades para afrontar los vencimientos más próximos.

La empresa de juego Codere comunicó el pasado 18 de marzo a la CNMV que no abonaba los intereses correspondientes a su emisión de bonos en dólares una vez concluido el periodo de gracia solicitado, que finalizaba un día después.

Acordó no dotar a Codere Finance Luxembourg de los fondos necesarios para satisfacer ese pago "en base a las actuales circunstancias de la compañía".

El pasado 14 de febrero, la empresa de juego acordó retrasar el pago de los intereses correspondientes a esta emisión de bonos y hacer uso del correspondiente periodo de gracia de treinta días previsto en el folleto.

Anteriormente había retrasado el pago de los intereses de esta emisión de 300 millones de dólares (unos 219 millones de euros) en agosto de 2013, una deuda que satisfizo un mes después.

También ha retrasado en sucesivas ocasiones la retribución correspondiente a su otra emisión de bonos, que tiene un saldo vivo de 760 millones de euros.

Desde entonces la dirección de la compañía y los titulares de los bonos, que son sus principales acreedores, han mostrado públicamente su desacuerdo sobre la reestructuración de la deuda y la gestión del grupo.

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