Congreso de EEUU encara la recta final con una agenda centrada en presupuesto

  • El Congreso de EE.UU., en la recta final antes del receso navideño y de su nueva conformación, continuó hoy con el debate sobre el presupuesto para 2015, con el que unos abogan por acabar con la acción ejecutiva del presidente Barack Obama y otros insisten en la importancia de actuar contra los yihadistas.

Raquel Godos

Washington, 3 dic.- El Congreso de EE.UU., en la recta final antes del receso navideño y de su nueva conformación, continuó hoy con el debate sobre el presupuesto para 2015, con el que unos abogan por acabar con la acción ejecutiva del presidente Barack Obama y otros insisten en la importancia de actuar contra los yihadistas.

El senador Ted Cruz, uno de los rostros más visibles del ala ultraconservadora del Partido Republicano, instó hoy a sus compañeros de bancada a no proporcionar fondos para las órdenes ejecutivas del presidente Obama sobre inmigración.

Cruz, quien hace un año fue el principal artífice del cierre parcial del Gobierno por su obstruccionismo, dijo en rueda prensa que apoyaría una ley de gastos a corto plazo que incluya una enmienda que retire las asignaciones para ejecutar las medidas unilaterales del mandatario en inmigración.

Aunque el Comité de Apropiaciones sostiene que sería imposible, Cruz dice que estas excepciones se han utilizado en las leyes de financiación "cientos" y "miles de veces", por lo que el Congreso debe "ponerse en pie" y negarse a "asignar los dólares de los contribuyentes a una amnistía ilegal".

El senador por Texas, uno de los probables precandidatos republicanos a la Presidencia en 2016, insistió en que debido a la decisión de Obama, el futuro líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, debería bloquear cualquier nominación propuesta por la Administración como represalia.

"Lo que el presidente está haciendo es peligroso. Si el presidente no tiene que cumplir con la ley, ¿cuál es la razón por la que se elige el Congreso?", reiteró Cruz, acompañado de otros grandes rostros del Tea Party como la representante Michele Bachmann o el legislador Steve King.

El grupo de presión que representan podría suponer un problema para las aspiraciones de los líderes del aparato en la Cámara de Representantes, encabezados por su presidente, John Boehner, quien el martes propuso aprobar un presupuesto a largo plazo para todo el año fiscal, a excepción de los fondos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que solo contarían con recursos hasta marzo.

Muchos de los miembros del partido parecen apoyar la propuesta, sin embargo, el inconformismo de los conservadores podría derivar en la necesidad de que la propuesta sea apoyada también por los demócratas.

El Congreso debe aprobar un proyecto de ley que financie el Gobierno federal antes del próximo día 11 de diciembre, cuando expira el texto de gasto temporal aprobado hace un par de meses, y que se calcula necesita unos 2.800 millones de dólares para mantener los programas de defensa y de política interna.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo hoy que está abierto a esa propuesta en caso de que la Cámara baja le dé luz verde, pero también advirtió que podría extender el periodo de trabajo más allá del 12 de diciembre, como estaba previsto, si no se cumple con la apretada agenda.

Pero mientras tanto, surgen también otras necesidades de presupuesto que han sido reivindicadas por el presidente, como los fondos extras para luchar contra el brote de ébola que azota África Occidental o las autorizaciones militares para la campaña contra los extremistas suníes.

El senador demócrata Tim Kaine, miembro de los Comités de Relaciones Exteriores y de Servicios Armados de la Cámara alta, reiteró su llamada al Congreso para debatir y votar sobre la acción militar estadounidense contra el Estado Islámico (EI), una misión que no ha cesado desde agosto sin autorización del Congreso.

"Hemos pasado cuatro meses sin ningún debate significativo sobre esta guerra", dijo Kaine.

El senador presentó un proyecto de autorización que apoya la misión trazada por el presidente Obama, pero incluye cuatro limitaciones, no enviar tropas estadounidenses al frente, la derogación de la Autorización de Irak 2002 para el Uso de la Fuerza Militar, un periodo de finalización a un año vista y una definición más precisa de las "fuerzas asociadas" a la operación.

"Dar al presidente cualquier luz verde para hacer la guerra unilateral y sin ningún debate significativo o autorización sería profundamente destructivo para la legitimidad de la rama legislativa de nuestro Gobierno", dijo Kaine.

"Sería una falta de respeto profundamente a nuestros ciudadanos; y sería una falta de respeto, especialmente a las tropas que arriesgan sus vidas todos los días, mientras no hacemos nada", reiteró.

Además de estos asuntos, están sobre la mesa numerosas confirmaciones de cargos federales y la posible extensión de los recortes impositivos que están a punto de expirar.

Mostrar comentarios