Consejeros de Unicaja optan por acabar fusión con Ceiss antes de tratar otras

Málaga, 25 abr.- Varios consejeros de Unicaja han expresado su preferencia de culminar el proceso de integración en marcha con el Banco Caja España-Duero (Ceiss) antes de abordar otras fusiones con Ibercaja, el grupo BMN y Liberbank que ha alentado el Ministerio de Economía, según han explicado a Efe.

Aunque de forma oficial Unicaja ha eludido pronunciarse sobre este asunto, las distintas fuentes consultadas por Efe han señalado que la preocupación actual es concluir la fusión con Caja España, pendiente de resolver el ajuste de plantilla -que inicialmente equivaldría a 1.800 empleados- y algunos trámites administrativos.

La opción de buscar nuevas alianzas no está formalmente encima de la mesa de Unicaja Banco, aunque no se descarta que acometa más fusiones una vez que acabe la operación con Ceiss, en línea con el proceso de concentración de entidades que ha agilizado el nuevo marco financiero.

Después de la fusión con Caja España, la entidad estaría abierta a cualquier posibilidad, según las fuentes, que han apuntado la dificultad de que los presidentes de las cuatro entidades afronten una unión en un gran banco, que sería el quinto de España con un volumen de activos cercano a 270.000 millones.

En las aspiraciones de Unicaja ya ha estado anteriormente una integración con Ibercaja -actualmente en fusión con Caja 3-, pero antes del proceso con Ceiss, la entidad andaluza -por su menor tamaño- no hubiera liderado aquella integración, han indicado las fuentes.

A esto se unía el problema de que la entidad resultante debía seguir teniendo como referencia Andalucía, uno de los requisitos, junto a la solvencia financiera, que citó públicamente el pasado 12 de abril el presidente de Unicaja, Braulio Medel, antes de transcender la sugerencia del Gobierno de nuevas fusiones.

Aunque no descartó nuevas uniones, Medel advirtió de que no sacraliza la dimensión, y recordó que la historia reciente del sistema financiero mundial está llena de proyectos que, al ir a una mayor dimensión, han fracasado y han llevado a las entidades a la quiebra.

Los consejeros consultados han insistido en la dificultad de afrontar una "macrofusión" de entidades también por el impacto que tendría en las plantillas, ya que pese a que puede haber poco solapamiento en las redes de sucursales, en cualquier caso la unión afectaría al empleo en los servicios centrales.

Han asegurado asimismo que la solvencia financiera y el volumen de activos de las distintas entidades se tendrían en cuenta por Unicaja a la hora de acometer un nuevo proceso.

Por otro lado, esa unión a cuatro mermaría previsiblemente la representación política en los consejos de administración, con lo que un acuerdo de los principales partidos podría ayudar a avanzar en el camino marcado por el Ministerio de Economía, han opinado.

La preocupación del Gobierno es que, pese a su solvencia, ninguno de los referidos cuatro grupos de cajas tiene un volumen de activos superior a 100.000 millones, lo que haría muy difícil su financiación en los mercados mayoristas.

El pasado viernes, el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez-Latorre, animó en una reunión a los presidentes de las cuatro entidades a acometer nuevas fusiones.

Precisamente hoy el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, ha augurado la supervivencia de sólo seis cajas de ahorros este año, frente a las 45 que había al inicio de la crisis.