Seúl, 6 abr.- Corea del Norte ha anunciado hoy la puesta en marcha de una nueva planta hidroeléctrica en una zona fronteriza con China, en un proyecto que busca, entre otras cosas, aliviar la escasez de electricidad en Pyongyang, la capital.
Un comunicado de la agencia estatal norcoreana, KCNA, señala que la nueva central eléctrica de Huichon permitirá afrontar "de forma más satisfactoria" la escasez energética en la capital, además de "proteger tierras de cultivos y áreas residenciales" vecinas al río Chongchon, que recorre el centro-oeste del país.
Además, permitirá "asegurar un amplio suministro de agua a las instalaciones industriales" de varias zonas de Corea del Norte, según el régimen comunista.
En su comunicado, la agencia norcoreana afirma que los obreros terminaron la construcción "en tres años, pese a que hubiera tomado más de una década a un ritmo normal".
La escasez crónica de electricidad es uno de los grandes problemas que atenazan la maltrecha economía de Corea del Norte, país sobre el que pesan sanciones internacionales por sus ensayos balísticos y nucleares.
El proyecto de esta central, que tiene una capacidad de generación de 300.000 kilovatios anuales, fue impulsado por el líder norcoreano Kim Jong-il, fallecido el pasado 17 de diciembre de un ataque cardiaco y quien se cree visitó las obras en varias ocasiones antes de su muerte para comprobar su progreso.
El de la central hidroeléctrica es uno de los proyectos que se enmarcaban en la campaña anunciada por Corea del Norte en 2009 con el objetivo de convertirse en una nación "próspera y poderosa" para 2012, año en que se cumple el centenario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung.
El próximo 15 de abril, día del centenario, se esperan grandes celebraciones en todo el país y especialmente en Pyongyang para recordar a Kim Il-sung, padre del fallecido Kim Jong-il y abuelo del actual líder norcoreano, el joven Kim Jong-un.
Las celebraciones también coincidirán con el polémico lanzamiento de un satélite en un cohete de largo alcance, que se espera tenga lugar la próxima semana.
El lanzamiento ha sido duramente criticado por buena parte de la comunidad internacional, que lo considera una prueba encubierta para el desarrollo de misiles de largo alcance y ha advertido que, de llevarse a cabo, supondrá una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
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