Esos ataques, realizados el sábado fueron precedidos del lanzamiento de octavillas destinadas a advertir a los choferes de los vehículos de buscarse protección. Washington no considera que esos hombres sean yihadistas, explicó Jeff Davis, un portavoz del Pentágono.
"Hemos tenido el mayor cuidado de actuar humanamente, sin causar víctimas civiles", aseguró.
Estados Unidos intensifica sus bombardeos contra la actividad petrolera del grupo EI, que se estima le reditúa alrededor de un millón de dólares por día.
El Pentágono ya había dicho el lunes anterior que la coalición anti-yihadista encabezada por Estados Unidos había destruido 116 camiones-cisterna usados por el EI en el este de Siria.
La intensificación de los ataques aéreos fue decidida tras constatarse la escasa eficacia que habían tenido hasta el presente, explicó el coronel Steve Warren, un portavoz militar estadounidense.
Por su parte, el Ejército ruso anunció el lunes que había destruido "columnas de camiones cisterna" y refinerías de la organización Estado Islámico en el norte y el este de Siria.
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