El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha vuelto a dar muestras de su rebeldía con la colocación récord de deuda que llevó ayer a cabo y que ya se ha convertido en la mayor de la historia de las autonomías.
De una tacada, consiguió en los mercados los 2.270 millones que el Consejo de Ministros le había autorizado para este año y que le permiten cubrir, con 11 meses por delante, el 66% de las necesidades de financiación de la región para todo 2013, ya que éstas ascienden a 3.416 millones.
Pero, sobre todo, esta colocación permite a González blindarse contra las intenciones del Gobierno de Mariano Rajoy de que todas las regiones acudan al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), para así poder controlar de manera unificada las cuentas y el pago a proveedores.
El sucesor de Esperanza Aguirre siempre se ha mostrado contrario a acudir a este vehículo, como otros barones del PP, ya que obliga a las regiones a perder parte de su soberanía en favor del Ejecutivo central.
De hecho, el presidente madrileño ha llegado a ironizar públicamente sobre las intenciones del Gobierno central, capitaneadas por los ministros de Hacienda y Economía, Cristóbal Montoro y Luis de Guindos, respectivamente, al afirmar que si Moncloa quiere que todas las regiones se financien igual, que seal el Tesoro el que emita, ya que éste consigue mejores condiciones.
Emisión dentro de los límites del Tesoro
De hecho, a pesar de la buena colocación llevada ayer por Madrid, los inversores le pidieron unos intereses superiores a los del organismo dependiente del Ministerio de Economía.
En concreto, para los 1.000 millones que consiguió con un bono a 5 años tuvo que pagar el interés del Tesoro (3,9%) más 190 puntos básicos; mientras que para los 1.000 millones que obtuvo con deuda a 13 años desembolsó 203 puntos básicos más, lo que elevó al 7,5% el interés final.
No obstante, estos diferenciales están por debajo de los 250 puntos que, como máximo, considera admisibles el Tesoro. Dicho de otro forma, mientras que no se pague más de esta cifra, Moncloa carece de argumentos para acusar a una región de estar asumiendo riesgos excesivos en los mercados.
Con estos números en la mano, el mercado espera ahora si otras comunidades seguirán los pasos dados por Madrid y ya se especula con la posibilidad de que Aragón, Navarra y Galicia sigan sus pasos, aprovechando la actual ventana de liquidez.
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