Bruselas, 27 nov.- El consejero delegado del banco franco-belga Dexia, Karel De Boeck, afirmó hoy que la entidad, rescatada por los Estados de Francia, Bélgica y Luxemburgo, debería volver a cosechar beneficios a partir de 2018.
"El problema de Dexia no es solamente mío, es de todos nosotros", señaló ante la comisión parlamentaria de seguimiento de la crisis financiera, informó hoy la Agencia Belga.
De Boeck también indicó que el problema de la exposición de la filial belga Belfius en Dexia debería estar resuelto después de la venta del negocio francés DMA al Estado francés, lo que proporcionará 12.000 millones de euros a la matriz.
De esta cantidad, mitad irán a parar a Belfius, por lo que a partir de ese momento ya no supondrá un riesgo en Dexia.
La exposición de Belfius se redujo a 23.000 millones de euros a finales de septiembre.
Después de la venta de DMA, el balance de Dexia se situará en 250.000 millones de euros, que se reducirá a la mitad en 2020 y se situará finalmente en 60.000 millones en 2025.
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