Dubai se reinventa: del ladrillazo a Hollywood en un año

  • De las pistas de esquí artificial en pleno desierto a anunciar que no podía pagar su deuda. Trece meses después de que Dubai pusiera a los mercados financieros internacionales al borde del infarto, el emirato se reinventa. El que fuera paraíso del ladrillo mira a Hollywood y al turismo para soportar el peso de la crisis. 
E.Utrera

El próximo 20 de enero arranca el Dubai Shopping Festival. Durante los 32 días que dura el evento, el emirato espera hasta tres millones de visitantes ávidos de comprar joyas deslumbrantes, coches de lujo y perfumes de ensueño con descuentos de entre el 5% y el 50%. Son las ventajas de un emirato free tax, libre de impuestos.

Este baño de excesos se produce un año y un mes después de que, allá por noviembre de 2009, Dubai pusiera contra la pared a los mercados financieros mundiales tras anunciar que tenía que reestructurar la deuda de la mayor empresa pública del emirato, Dubai World.

Para ello, pidió una moratoria con el objetivo de hacer frente al pago de la ingente deuda que le había permitido construir islas artificiales, pistas de esquí en medio del desierto y las torres más altas jamás vistas. La burbuja inmobiliaria había pinchado y Dubai amenazaba con el mayor impago de un país desde el corralito argentino del año 2001.

Dos nombres se convirtieron en el icono de la crisis de Dubai: las empresas del gobierno Nakheel, que pilotó los proyectos inmobiliarios más extravagantes de la época del boom, y Isthihmar World, que se dedicó a comprar a precio de oro fuera del país a los precios más altos de la burbuja. La situación era tan dramática que el hermano rico Abu Dhabi tuvo que salir al auxilio de Dubai, cuya situación era sencillamente desesperada.

Capacidad de reacción

Pero en poco más de un año, el país ha demostrado una extraordinaria capacidad de reacción. No es que la situación haya dado un giro de 180 grados –la economía dubaití finalizó 2009 con una contracción del 6% y este año ha seguido sufriendo- pero las expectativas son mucho mejores tanto en Dubai como en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en los que se integra.

Según el Economist Inteligence Unit (EIU), EAU, cuya economía se contrajo un 3,5% el año pasado, crecerá un 2,5% en 2010 –el FMI rebaja este porcentaje al 0,6%- y un 4,2% en 2011.En cualquier caso, el aumento del número de visitantes y la apuesta por nuevos negocios como el cine demuestran que ni el país ni su emirato Dubai se han dormido en los laureles en plena crisis.

O que, dicho de otra forma, el país ha sabido utilizar bien los medios a su disposición para compensar el impacto de sus excesos en el ladrillo.

Las alternativas

Según datos de la oficina económica y comercial de España en Dubai, el emirato cuenta con una oferta de unas 50.000 habitaciones repartidas en casi 500 hoteles y un ratio de ocupación media del 81,5%. Y una cifra tan fresca como la de los primeros once meses del año dice que el aeropuerto internacional de Dubai ha dado servicio a 42,9 millones de pasajeros, un 15,6% más que el año pasado.

Por lo tanto, la crisis ya es menos crisis. Dubai la combate manteniendo y potenciando otros eventos que atraen a ciento de miles de visitantes como el Dubai Food Festival, que se celebra en la primera quincena de febrero, o la Dubai Fashion Week. El emirato responde más al eslogan de centro de compras al más alto nivel que al de sol y playa.

Eso sí, sin abandonar ciertos vicios del pasado. Este mismo año, en enero, se inauguró en Dubai el edificio más alto del mundo, conocido como el Burj Dubai. Por entonces, el sector hotelero ya había dado síntomas de reactivación y quedaba claro que el sector del gran consumo estaba vivito y coleando.

A la meca del cine

Pero el último descubrimiento del emirato es Hollywood. En estos momentos, los Emiratos Árábes no sólo son grandes inversores en la meca de cine; también pueden presumir de organizar tres grandes festivales: Abu Dhabi, Doha y Dubai. Éste último, con siete años de vida, ha sido capaz de reclutar este mes de diciembre a grandes estrellas como Sean Penn o Ed Harris y de abrir fuego con El discurso del rey, el largometraje del momento.

No tiene Dubai el poderío económico de Abu Dhabi –dueño del 9% de las reservas probadas mundiales de petróleo y salvador de su emirato hermano hace 13 meses-, que ya en 2008 anunció que iba a invertir 1.000 millones de dólares en producciones cinematográficas. Entre ellas, varias en Hollywood.

En este escenario se mueve Dubai 13 meses después de dar un susto mortal a los inversores de todo el mundo. Sostenido por el hermano rico Abu Dhabi, pero haciendo valer su condición de emirato más moderno y glamuroso. Y, en el terreno económico, poniendo en valor que es la puerta de entrada al Golfo Pérsico porque sus infraestructuras –el puerto y sus aeropuertos- son los de mayor capacidad desde Estambul hasta Singapur. Aunque el enfermo sigue en pleno proceso de recuperación, el milagro de Dubai es un hecho.

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