E.on quiere centrarse en las renovables, redes de distribución y clientes

  • La compañía alemana de suministro energético E.on quiere desprenderse de la generación de electricidad convencional, que no es rentable, y centrarse en las renovables, redes de distribución y soluciones al cliente.

Fráncfort (Alemania), 1 dic.- La compañía alemana de suministro energético E.on quiere desprenderse de la generación de electricidad convencional, que no es rentable, y centrarse en las renovables, redes de distribución y soluciones al cliente.

E.on reacciona de este modo al cambio de modelo energético que lleva a cabo Alemania, que ha obligado a las compañías eléctricas a cerrar centrales nucleares y ha reducido la demanda de electricidad procedente de la generación convencional.

El Gobierno alemán ha subvencionado además las energías renovables, lo que ha generado un exceso de oferta y arrastrado a la baja los precios mayoristas de electricidad, sobre todo, de generación convencional.

La compañía alemana agrupará sus actividades de generación convencional, de negociación mayorista de energía y de exploración y producción en una nueva empresa independiente, que sacará a bolsa en 2016 y tendrá sede en la región del Rin y la cuenca del Ruhr, en el oeste de Alemania.

E.on quiere vender a sus accionistas la mayor parte de la nueva empresa, que tendrá una capacidad de 51 gigavatios.

El presidente de E.on, Johannes Teyssen, dijo hoy en rueda de prensa que "el mundo de la energía renovable está todavía en mantillas y tiene un enorme potencial de crecimiento".

Los inversores aplaudieron el cambio de estrategia de E.on y las acciones subían hoy en bolsa un 4,8 %, hasta 14,94 euros.

"Estamos convencidos de que es necesario responder a los fuertes cambios de los mercados energéticos mundiales, a la innovación técnica y a las expectativas más diversas de los clientes con un nuevo y audaz comienzo", dijo Teyssen.

El amplio modelo actual de E.on ya no puede abordar debidamente estos nuevos retos.

E.on quiere crear una empresa sólida, independiente, que salvaguarde la seguridad de suministro para la transformación.

La escisión se hará mediante el traspaso de una mayoría de capital de la nueva empresa a los accionistas de E.on.

E.on enfatizó que el cambio de estrategia no va a suponer una pérdida de puestos de trabajo.

La división de renovables empleará a 40.000 personas y la nueva compañía -en la que se agrupará la generación convencional-, a 20.000 personas.

Asimismo E.on dijo que "las provisiones existentes para el desmantelamiento y la venta de activos nucleares y convencionales estarán plenamente cubiertas en el balance de la nueva empresa", que alcanzarán los 14.500 millones de euros.

El ministro de Economía alemán, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, dijo que no teme una pérdida de puestos de trabajo, ni de provisiones millonarias en la compañía de suministro energético E.on tras el cambio de estrategia.

Gabriel hizo hincapié en que el Gobierno alemán no tiene interés en entrar en la compañía y dijo que no está justificada la preocupación por que E.on no cumpla sus responsabilidades con el abandono de la energía nuclear.

Sin embargo, el partido de los Verdes alemán consideró que la nueva estrategia de E.on tendrá notables costes para los contribuyentes y supone la creación de un "banco malo" para las siete centrales atómicas que tiene la compañía .

E.on quiere aumentar las inversiones el próximo año en 500 millones de euros hasta 4.300 millones de euros.

La compañía alemana quiere ampliar su negocio eólico en Europa y en otros mercados en los que prevé crecimiento.

Asimismo E.on va a reforzar su negocio solar y mejorar sus redes de distribución energética en Europa y Turquía.

Las deudas, que ascienden a 30.000 millones de euros, permanecerán en E.on y la nueva empresa será dotada de una sólida posición financiera para que pueda lograr una buena calificación de crédito.

E.on, que ha vendido su negocio en España y Portugal al inversor australiano Macquarie por 2.500 millones de euros, prevé este año unas depreciaciones de 4.500 millones de euros en sus actividades en el sur de Europa.

Estas depreciaciones le llevarán a sufrir una notable pérdida en el ejercicio de 2014.

Asimismo E.on estudia vender sus actividades en Italia y agrupará en la nueva empresa las actividades en Rusia y en Brasil.

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