Economista dice que cambio estable en Brasil no garantiza repunte económico

  • Las tasas cambiarias brasileñas deberán estabilizarse en los próximos dos años, pero ese equilibrio no garantizará un repunte a corto plazo de la economía del mayor país suramericano, afirmó hoy en Sao Paulo el economista jefe del Banco Santander Brasil, Maurício Molan.

Isadora Camargo

Sao Paulo, 11 sep.- Las tasas cambiarias brasileñas deberán estabilizarse en los próximos dos años, pero ese equilibrio no garantizará un repunte a corto plazo de la economía del mayor país suramericano, afirmó hoy en Sao Paulo el economista jefe del Banco Santander Brasil, Maurício Molan.

Según sus cálculos, hasta el final del año el cambio debe quedar en 2,3 reales por dólar y subir un poco en 2014, hasta los 2,55 reales, lo que representa "cierta estabilidad para una dinámica sustentable", pero los resultados del impacto en la economía sólo serán a largo plazo, a su juicio.

En lo que va del año, el real acumula una devaluación del 11,49 % frente al dólar, después de una fuerte valorización de la moneda brasileña en los últimos años.

En el período de estabilización cambiaria, Brasil enfrentará "desafíos", pues la dinámica de los mercados es cada vez más "incierta" y una tasa fluctuante causa cierto recelo y "volatilidad" en países emergentes, indicó el economista en un seminario ante empresarios en la Cámara Oficial Española de Comercio en Brasil.

Frente a las oscilaciones económicas, los países emergentes y en particular los latinoamericanos deben buscar "un nuevo equilibrio", resaltó Molan.

El economista aseveró que Brasil, Argentina y Uruguay son países con tasas de inflación altas, lo que justifica parte de la "desestabilización económica" y la depreciación de sus monedas, impulsada también por la rápida recuperación de algunas naciones desarrolladas.

"Entre os países emergentes que sufren con la variación de la moneda, Brasil es el más afectado por causa de las altas tasas inflacionarias por ser una economía cerrada con flujos comerciales pequeños, con exportaciones equivalentes al 10 % de su economía, mientras que en otros países eso representa el 30 %", indicó.

Como posibles soluciones, Molan mencionó el reajuste de la política macroeconómica de Brasil mediante el control de gastos públicos, el aumento de la productividad asociado a inversiones en el sector de la industria, una disminución de la inflación y una ampliación de crédito con intereses e impuestos reducidos.

"Brasil crece pero no se desarrolla. Hay un aumento del acceso a los pasajes aéreos pero faltan aeropuertos, lo que significa que hay una necesidad de una revolución en la infraestructura urbana del país", explicó.

Ese "desajuste", sumado a las deficiencias de la educación para garantizar la mano de obra cualificada, ha frenado las inversiones extranjeras y no ha permitido un repunte en materia de competitividad y productividad, a su juicio.

Según Molan, la inflación de bienes duraderos crece el 2 % al año, mientras que la de servicios aumenta al 8 % y con ese panorama el país puede pasar por una "desaceleración" del crecimiento.

Molan se refirió también al mercado de materias primas, que después de 2010 pasó a tener un perspectiva de crecimiento del 3 %, frente al 5 % que llegó a alcanzar anteriormente.

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