El aumento del paro cuestiona la política económica de Cameron

  • El aumento del paro en el Reino Unido hasta su tasa más alta en 16 años amenaza el éxito de la política económica del Gobierno de David Cameron, enfocada a los recortes sin que hasta ahora haya indicios claros de crecimiento de la economía.

Judith Mora

Londres, 15 feb.- El aumento del paro en el Reino Unido hasta su tasa más alta en 16 años amenaza el éxito de la política económica del Gobierno de David Cameron, enfocada a los recortes sin que hasta ahora haya indicios claros de crecimiento de la economía.

La Oficina nacional de estadísticas (ONS) informó hoy de un incremento de la cifra de desempleo hasta 2,67 millones de parados, un 8,4 % de la población activa, con un paro juvenil del 22,2 %, las peores estadísticas desde 1995.

Al presentar su informe periódico sobre inflación, el Banco de Inglaterra estimó también hoy, en base a encuestas positivas de las empresas, que el Reino Unido se librará por poco de la recesión al menos durante la primera mitad de este año, si bien el crecimiento será "en zigzag" y "volátil".

La economía británica se contrajo un 0,2 % en el último trimestre de 2011 y, si volviera a retroceder en los tres primeros meses de 2012, entraría técnicamente en recesión.

Aunque el banco central británico ve la crisis en la eurozona como principal riesgo para el crecimiento en este país, las medidas de estímulo aplicadas internamente tampoco han dado por el momento el resultado esperado.

La entidad mantiene los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 % desde marzo de 2009, cuando inició además su programa de "alivio cuantitativo" de compra de activos para impulsar al sector bancario, cuya dotación aumentó la semana pasada hasta los 325.000 millones de libras (388.000 millones de euros).

Pese a los bajos tipos y mayor liquidez de los bancos, no ha aumentado significativamente la concesión de préstamos a pequeñas y medianas empresas, mientras el mercado de la vivienda continúa plano por la falta de poder adquisitivo de la población.

Con el progresivo incremento del paro, el estancamiento de los salarios y el poco rendimiento de ahorros y pensiones (por los tipos bajos), el consumo sigue siendo bajo, lo que repercute sobre todo en el sector servicios, principal fuente de ingresos de este país.

La única buena noticia últimamente ha sido un descenso de la inflación en enero hasta el 3,6 %, frente al 5,2 % alcanzado el año pasado, lo que se explica en buena medida porque ya se ha incorporado el incremento aplicado del impuesto sobre el valor añadido (IVA) del 17,5 al 20 %.

El Banco de Inglaterra considera que este dato reafirma su política monetaria, ya que, al aplicar su programa de emisión de dinero, con su consiguiente tendencia inflacionaria, parte de la previsión de que la inflación caerá a medio plazo hasta el objetivo oficial del 2 %.

De hecho, el gobernador de la institución, Mervyn King, predijo hoy que la inflación podría incluso caer hasta un 1,5 por ciento en 2013, al tiempo que pronosticó un crecimiento de la economía del 1 % este año y un 1,8 % el próximo.

No obstante, ese crecimiento, que calificó de "incierto", depende de cómo evolucione la recuperación económica en la eurozona y cómo se comporte la demanda en casa, que de momento se ve atenazada por el aumento del paro.

Pese a todo, el Gobierno de coalición entre conservadores y liberaldemócratas defiende su política de recortes para reducir el déficit y ve estos efectos sobre la economía y la población como un precio inevitable.

El ministro de Economía, George Osborne, reafirmó su prioridad de reducir el endeudamiento cuando el martes Moody's puso la asignación crediticia Aaa del Reino Unido en perspectiva negativa, en parte por la incapacidad de aumentar sus ingresos fiscales ante la falta de crecimiento.

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