¿El AVE perderá velocidad?

Madrid.- ¿Llegará el AVE en las fechas previstas a la Comunidad Valenciana, Asturias, Galicia o Extremadura? Ésta es la pregunta que se hacen los Gobiernos autonómicos, preocupados tras el anuncio del ministro de Fomento, José Blanco, de recortar la inversión en infraestructuras para contribuir a reducir el déficit.

Las alarmas saltaron el jueves, cuando el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, amenazó con romper el pacto de Gobierno de su partido, el PRC, con los socialistas si el Ejecutivo central paralizaba las obras del AVE a Santander.

Revilla hizo público su enfado tras recibir una llamada del titular de Fomento en la que la anunciaba la suspensión del acto de colocación de la primera piedra de los tramos de AVE comprendidos entre Villaprovedo y Alar del Rey (Palencia).

Desde las filas socialistas de su comunidad se expresó inmediatamente el deseo de participar en el acto de hoy en Monzón (Palencia), previsto inicialmente para festejar el inicio de las obras y que se ha convertido en otro reivindicativo y de protesta, pero finalmente la vicepresidenta de Cantabria, Lola Gorostiaga (PSOE) decidió no acudir, aunque su partido no renuncia a esa infraestructura.

Algunas comunidades, como Extremadura y Asturias, con proyectos como el AVE Lisboa-Madrid o el de León-Oviedo, consideran que, al estar las obras tan avanzadas y los contratos ya firmados con las empresas adjudicatarias, no parece previsible que se vean afectadas.

La Generalitat Valenciana ha expresado su preocupación por el previsible retraso de la llegada del AVE a Alicante y Castellón, fijada para 2011 y 2012, respectivamente, aunque espera que los plazos a Valencia, previstos para finales de este año, se respeten, algo en lo que coincide con el Gobierno de Esperanza Aguirre.

La Xunta de Galicia, que también tiene el AVE entre sus prioridades, en concreto a Ourense, Vigo y Ferrol, confía en que el ministro de Fomento cumpla el compromiso adquirido a finales de abril cuando aseguró que la Alta Velocidad llegaría en 2015.

Desde el País Vasco son más realistas y prevén que los dos tramos de la "Y" ferroviaria vasca, en los que participa el Gobierno central, van a sufrir retrasos, de los que solo se salvarían las obras del tramo guipuzcoano, que gestiona en solitario el Ejecutivo autonómico.

El proyecto ferroviario de Navarra más emblemático y que podría verse afectado es la parte correspondiente al Corredor Cantábrico-Mediterráneo del AVE, cuyas obras están previstas que se inicien en el primer semestre de 2011 y entrarían en servicio en 2015.

El Gobierno foral ha recordado que estas obras forman parte de un "contrato" con el Estado, por el que Navarra adelanta su financiación en parte de ellas, lo que cumplirá, mientras que no está tan seguro de lo que ocurrirá con la parte estatal.

Aparte de la Alta Velocidad, otras infraestructuras que pueden verse afectadas son las autovías, como la conexión entre Pamplona y Logroño con la futura autovía del Camino, en La Rioja, y la autopista AP-68 a su paso por esta comunidad, donde también parece que peligra el soterramiento del ferrocarril en Logroño.

Aragón tiene también pendientes de un hilo la mejora de las comunicaciones con Francia a través del Pirineo, la prolongación de la AP-68 hasta el Mediterráneo, la segunda estación del AVE en Zaragoza o el tramo aragonés del Corredor Cantábrico-Mediterráneo.

En Castilla y León, las obras más emblemáticas que podrían quedar en suspenso son las autovías del Duero y Valladolid-León, además del AVE Valladolid-León-Ponferrada.

Aunque está previsto que las obras terminen este año, el Gobierno de Madrid no está seguro de que se ejecute la conexión ferroviaria entre Chamartín y la T-4 de Barajas.

La Junta de Andalucía y la Generalitat catalana han declinado comentar qué obras pueden sufrir cambios en el calendario, si bien esta última ha comentado que la principal candidata es la línea 9 del metro, que acumula años de retraso.

Los Gobiernos autonómicos esperan que el ministro de Fomento resuelva estas dudas en las dos citas que tiene esta semana: la Conferencia Sectorial, que tendrá lugar el martes y en la que, previsiblemente, informará a los consejeros de las medidas adoptadas y su comparecencia, al día siguiente, en el Congreso, donde explicará el alcance del recorte en su Departamento.