El beneficio de las empresas crece un 4,3 por ciento en 2010 por menores atípicos

Madrid.- El beneficio neto de las empresas no financieras aumentó un 4,3 % en 2010, muy por debajo del crecimiento del 53,9 % que contabilizaron el año anterior debido a ingresos atípicos, según la Central de Balances del Banco de España.

La actividad productiva de las empresas experimentó una ligera recuperación, que se tradujo en un incremento del 3,7 % del valor añadido bruto (VAB) que contrasta con la tasa negativa (8,3 %) de un año antes.

El crecimiento de 2010 se ha asentado en la primera parte del año, mientras que en la segunda parte impactó de forma negativa la finalización del Plan 2000E sobre la adquisición de automóviles así como la anticipación en los gastos de los consumidores ante el aumento del IVA llevado a cabo en julio.

La reactivación de la actividad de las empresas no financieras en 2010 se debió a una mejora de la demanda, que aumentó la producción de las empresas, gracias a la positiva evolución de la actividad exterior.

Por sectores, todos registraron aumentos en sus ganancias salvo el de información y comunicaciones, que continuó con la tendencia contractiva (con un descenso del 4,7 %) aunque más moderada que el año anterior.

En el lado opuesto, destacó la evolución del sector industrial que se benefició del incremento de la actividad exterior hasta alcanzar un aumento del VAB del 16,3 %, frente al fuerte descenso de 2009.

El resultado económico bruto (REB) mejoró un 8,1 % en 2010, frente a la caída del 13,6 % registrada el año anterior, gracias a la recuperación de la actividad productiva y la contención de los gastos de personal.

Por su parte, los gastos en personal disminuyeron un 1 % en 2010, con lo que continuó la evolución descendente iniciada un año antes (2 %), debido al mal comportamiento del empleo y a la moderación de las remuneraciones medias.

El número medio de trabajadores bajó un 1,8 % en 2010 con lo que continúa la tendencia contractiva iniciada un año antes, mientras que, por tipo de contrato, disminuyeron tanto los empleos fijos como los temporales, aunque éstos últimos con mayor intensidad.