El Cairo, ¿la ciudad que nunca duerme?

  • El Cairo puede dejar de ser la ciudad que nunca duerme si prospera la iniciativa del Gobierno egipcio de establecer una hora de cierre para comercios, cafés y restaurantes, lo que preocupa en una ciudad que teme perder su identidad.

Nur Abdelhadi

El Cairo, 25 oct.- El Cairo puede dejar de ser la ciudad que nunca duerme si prospera la iniciativa del Gobierno egipcio de establecer una hora de cierre para comercios, cafés y restaurantes, lo que preocupa en una ciudad que teme perder su identidad.

La medida, que debería entrar en vigor el próximo 3 de noviembre, estipula que todas las tiendas cierren a las diez de la noche, en tanto que las farmacias y restaurantes deberán hacerlo a medianoche.

Esta regulación, que no afectaría a los establecimientos frecuentados por turistas extranjeros, tiene el objetivo de racionalizar el consumo de la electricidad, pero ha provocado la ira de comerciantes y vecinos.

Según constató Efe en diferentes barrios de El Cairo, el rechazo y la confusión predominan entre la ciudadanía, que teme no solo los efectos económicos negativos, sino también sus repercusiones sociales.

Convertir El Cairo de una ciudad "luminosa" a una "oscura" es algo inaceptable para Maha, que trabaja en una farmacia en el barrio acomodado de Zamalek, en el centro de El Cairo.

Además, "con la aplicación de la regulación se reducirá la sensación de seguridad en la ciudad", explicó a Efe Maha.

Una vecina de 40 años del barrio Munib, en el sur de El Cairo, dijo, por su parte, que la decisión "no se podrá aplicar", ya que no resultará fácil cambiar las costumbres de los egipcios de pasar la noche paseando y haciendo compras.

En este sentido, el secretario general de la Federación de Cámaras de Comercio, Ala Eiz, consideró, en declaraciones a Efe, que el Gobierno no ha considerado que "cada provincia cuenta con sus características", e insistió en que su organismo rechaza totalmente la propuesta.

El responsable profetizó que el Gobierno suspenderá la aplicación de la propuesta, para finalmente anularla.

No obstante, el portavoz del Ministerio de Electricidad y Energía, Aktham Abu Elila, aseguró a Efe que la decisión está encaminada a ahorrar el 8% de la energía usada por las tiendas por la noche para "reutilizarla" en las horas cumbre.

El ministro de Comercio e Industria, Hatem Saleh, aseguró recientemente al sitio electrónico del diario "Al Ahram" que la medida "reducirá la dependencia de las tiendas de la electricidad subvencionada por el Estado".

La legislación pretende el ahorro de 6.000 millones de libras (759 millones de euros) al año en subsidios a la electricidad, según el mismo medio.

Sin embargo, no parece que la justificación gubernamental haya podido convencer por ahora a los cairotas.

"No estoy seguro de que el objetivo del Gobierno sea ahorrar energía", dijo Karam Judah, estudiante universitario, quien aseguró que no entiende "nada" sobre la propuesta.

Las consecuencias sociales se unen a otros posibles efectos económicos, señalaron varios comerciantes consultados, como un posible aumento de la tasa de paro en el país, que se sitúa en el 12% actualmente, o repercusiones negativas sobre el turismo.

Algunos dueños de restaurantes y cafés dijeron a Efe que la propuesta les obligaría a despedir a las personas que trabajan por la noche.

Pese a todo, el rechazo generalizado no impide la existencia de algunos partidarios de la propuesta, como Hani Hasan, un panadero de Zamalek, para quien irse pronto a casa dará la oportunidad a los hombres egipcios de estrechar los lazos familiares.

Razones distintas esgrime Ayman Jadr, dependiente de una tienda de este mismo barrio, quien se mostró a favor del cierre temprano de los comercios porque, a su juicio, "así el Gobierno podrá limpiar las calles y cuando los egipcios despierten, las verán relucientes".

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