Madrid.- Los trabajadores de Marsans continúan sin conocer el plan de viabilidad para la empresa que tenía previsto presentar entre hoy y mañana los nuevos propietarios de la sociedad, informaron a EFE fuentes del Comité de Empresa.
La nueva dirección citó a los representantes sindicales a la negociación para mañana martes de la aplicación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), aunque la parte sindical no confía en que se lleve a cabo ese encuentro.
El Comité de Empresa espera en las próximas horas un comunicado por parte de la dirección para fijar la fecha y la hora.
Los nuevos dueños quieren adelgazar la plantilla del grupo con el despido de entre 600 y 900 trabajadores, es decir entre el 28,9% y el 43,3%, de los actuales 2.079 empleados
Estos recortes, anunciados de forma oficial el pasado viernes 18, forman parte del plan estratégico de negocio que "garantice la viabilidad y la supervivencia" de la compañía.
El proyecto de los nuevos dueños que se hicieron cargo de Marsans hace diez días por 600 millones de euros se basa en tres "pilares": activar las ventas para recuperar la actividad comercial; reducir los costes y vender los activos no estratégicos.
El grupo considera imprescindible el recorte de plantilla de hasta 900 trabajadores, ya que, "por encima de esos parámetros Marsans no sería viable".
La nueva dirección informó también a los trabajadores de las reuniones y contactos para restablecer la relación con la IATA y lograr que Marsans pueda volver a emitir billetes de avión".
La empresa se ha reunido con operadores dispuestos a trabajar con Marsans -con las convenientes garantías-, lo que permitiría que la empresa pudiera vender paquetes vacacionales y hoteles.
La reestructuración de la compañía pasa también por el cese de actividad de los puntos de venta considerados no estratégicos en el plan de viabilidad, y que fuentes sindicales cifran en 250 oficinas, la mitad de las 500 actuales.
Además de la necesidad de adecuar la capacidad productiva a las condiciones de mercado y el nivel de ingresos, también se procederá a la venta de activos no estratégicos, sobre los que Marsans afirma haber recibido numerosas llamadas de empresas interesadas.
El programa de desinversiones se va a desarrollar de acuerdo con las entidades financieras y de forma ordenada, tratando de maximizar el valor de los activos que se vendan y evitando operaciones "a cualquier precio", matizó la empresa.
La primera venta que ya parece que está hecha, según los sindicatos, es la de Viajes Crisol.
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