Madrid, 16 dic.- El consumo nacional de cemento encadenará en 2013 su sexto año consecutivo de caídas de doble dígito, en concreto un 20 %, una tendencia que también se dejará notar el próximo año, cuando se prevé un descenso de entre el 7-8 %, para empezar a crecer en 2015, según datos de Oficemen.
La agrupación de fabricantes de cemento en España reclama unos costes eléctricos competitivos que no limiten las exportaciones de la industria cementera, así como una retribución por el servicio de interrumpibilidad del entorno de los 15-20 millones para el próximo año a tenor de que el conjunto de las reformas energéticas han supuesto un impacto aproximado de 50 millones para el sector.
Y es que, subrayan desde Oficemen, actualmente y para 2014 el diferencial de precios de España respecto a Alemania se encuentra en el 15-30 euros/MWh, lo que equivale a un encarecimiento de entre 1,5 y 3 euros por cada tonelada de cemento.
Por ello, y en vista de que los precios del "pool" eléctrico han llegado a alcanzar recientemente los 90 MW/h, el presidente de Oficemen, Isidoro Miranda, asegura que 21 fábricas, entre ellas algunas cementeras, se han visto obligadas a parar su actividad.
El sector cementero considera que la reforma eléctrica planteada por el Gobierno es "parcial" e "incierta", al tiempo que reclama que la gestión de los servicios por interrumpibilidad se repartan de una forma equitativa dentro de la industria ya que los costes eléctricos representan el 20 % de los costes variables de las cementeras.
De hecho, Oficemen subraya que la industria cementera ha invertido 450 millones para adaptarse al sistema de gestión de la demanda de la interrumpibilidad y la modulación, en tanto que reclama contratos bilaterales para tener unos precios energéticos competitivos.
De no recibir la cantidad que estiman oportuna por estos conceptos, la industria cementera advierte de un frenazo en las exportaciones y de nuevos ajustes de plantillas en un sector que ya ha perdido el 43 % de trabajadores con la crisis.
Desde los máximos de 2007, el consumo de cemento en España se ha recortado en un 80 % hasta situarse por debajo de los 11 millones de toneladas este año.
De cara a 2014, la demanda doméstica se situará en torno a 10 millones de toneladas y el consumo per cápita a 220 kg por habitante, una cifra que se remonta a los datos de 1962 y sitúa a España por debajo de Marruecos y cerca de los valores de India.
Por lo que respecta a las exportaciones de la Unión Europea, España alcanzó el 18 % del total, y casi el 26 % de las ventas del país al exterior fueron a estados no comunitarios.
Por destino, el consumo de cemento se destinó en un 57 % a la obra civil, el 24 % a la edificación no residencial -que ha repuntado ligeramente en los últimos meses- y el 19 % a vivienda.
Además, un 25 % de la energía que consumieron los hornos de las fábricas en España procedió de residuos.
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