Guadalajara, 13 dic.- La fase "crucial" del desmantelamiento de la central de José Cabrera (Guadalajara), que dejó de operar en 2006, será cortar y segmentar la vasija de su reactor con sierras de diamante, una operación que comenzará en enero o febrero de 2012.
La segmentación y corte del circuito primario y de la vasija del reactor, cobijados en un edificio de contención que corona el elemento más conocido de la planta -una gran cúpula roja-, costará once millones de euros y se prolongará 26 meses, ha informado hoy a la prensa el director del desmantelamiento, Manuel Rodríguez.
Tras el estudio de varias alternativas, los responsables de desarmar la pequeña central, más conocida por Zorita debido a su ubicación en la localidad de Almonacid de Zorita, se inclinaron por la adquisición de herramientas de corte fabricadas en Suecia por la multinacional Westinghouse.
El desmantelamiento de la nuclear, el primero que se realiza de forma completa en España, supondrá gestionar 104.000 toneladas de residuos, de los que un 4% son radiactivos; de ellos 400 toneladas procederán de los elementos internos y circuito primarios que se extraerán de la vasija del reactor.
Cuarenta toneladas de dichas 400 toneladas se guardarán en el almacén temporal de residuos de alta actividad (ATI), situado en los aledaños de la propia planta.
El año 2016 es la fecha prevista para la finalización de todos los trabajos, así como la restauración y descontaminación completa del emplazamiento, según los cálculos de ENRESA, la empresa pública responsable de llevar a cabo todo el proceso.
Durante una visita de la prensa a la central atómica, Rodríguez ha indicado que la segmentación y corte de la vasija es la parte "más compleja" y la fase "más crucial" del proceso.
Para ello ya se han ejecutado durante este año trabajos preparatorios, como la demolición de la pared que separa las dos cavidades del edificio de contención (donde está el reactor), con el objetivo de extraer después con seguridad los elementos internos.
Las herramientas de corte, adquiridas en Suecia y fabricadas ex profeso para Zorita, cuentan con sierras de diamante y son de corte mecánico para evitar la emanación de vapores o gases, de modo que sólo queden restos que se recuperen fácilmente (virutas).
Las piezas serán cortadas bajo el agua, ya que es un elemento que blinda la radiación.
Desde el edificio de contención se trasladarán a una nave anexa -que antiguamente albergó las turbinas de la nuclear-,a través de un túnel de transferencia.
Una campana de blindaje desplazará las piezas que se vayan cortando y que después se inmovilizarán en contenedores de hormigón armado; posteriormente se trasladarán al almacén de residuos radiactivos de baja y media actividad de El Cabril (Córdoba), salvo las 40 toneladas que se quedan en el ATI.
En total, se generarán cuatro cápsulas de residuos de alta radiactividad y noventa contenedores de hormigón (cargados con 360 toneladas de materiales), que se trasladarán a El Cabril.
En los distintos procesos de desmantelamiento de la central participan actualmente alrededor de 300 trabajadores de 44 empresas distintas, el 60% de los cuales procede de Guadalajara.
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