El cpj señala las diez armas de represión de la prensa digital en el mundo


El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, en el que analiza "Las "diez herramientas de los opresores de Internet" y los gobiernos que tienen más querencia por estas estrategias de cibercensura.
La técnica de represión "on-line" más habitual es el bloqueo de webs. "Muchos países censuran fuentes de noticias en línea usando proveedores de Internet locales y canales internacionales para configurar listas negras de sitios de la Red, e impedir el uso de ciertas palabras claves por parte de los ciudadanos", indica el estudio, que señala que Irán lleva aquí la delantera a nivel mundial, gracias a "su inversión en nuevas tecnologías para el bloqueo de webs y la persecución activa de aquellas que logran evadir las restricciones".
Otra herramienta es la "censura de precisión", es decir, el ataque a "sites" por regímenes represivos "sólo en momentos estratégicamente vitales". Bielorrusia ocupa aquí un lugar destacado, con el acoso a medios como Charter 97.
El informe del CPJ enumera además entre las diez herramientas "el acceso denegado" (infraestructuras locales de Internet severamente restringidas, como sucede en Cuba) y "el control de la infraestructura (los sistemas de telecomunicaciones en muchos países están fuertemente ligados al Gobierno, lo que otorga una poderosa forma de controlar a los nuevos medios; Etiopía lidera aquí).
La relación de herramientas para la cibercensura también incluye "ataques a sitios manejados desde el exilio" (Myanmar como país distintivo), "ataques con malware" (China), "crímenes cibernéticos del Estado (Túnez bajo el régimen de Ben Ali) y "poderosos interruptores para Internet (Egipto con Mubarak). La lista se completa con "detención de blogueros" (Siria) y "violencia contra periodistas de Internet (Rusia).
Danny O'Brien, del CPJ, concluye en el informe que "los peores opresores de Internet están usando una serie de tácticas que revelan asombrosos niveles de sofistificación, mientras que otras provienen de la vieja escuela".
"Desde los ataques de avanzada, con programas de computación dañinos de China, hasta los brutales encarcelamientos de blogueros en Siria, asistimos tal vez al comienzo de la represión en línea", indica O'Brien, que añade que lo que resulta más sorprendente de los "opresores de Internet""no es su identidad, ya que se trata de países con conocidos antecedentes de represión, sino cuán rápido han adaptado viejas estrategias al mundo de Internet".

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