El economista Lacalle ve peligrar las pensiones si no crece la natalidad

  • El economista Daniel Lacalle asegura que las pensiones públicas desaparecerán si la natalidad continúa en los niveles actuales, y cree que la única solución para mantener el sistema es tener más hijos, "porque las soluciones mágicas no existen".

Carlos Serrano

Madrid, 17 nov.- El economista Daniel Lacalle asegura que las pensiones públicas desaparecerán si la natalidad continúa en los niveles actuales, y cree que la única solución para mantener el sistema es tener más hijos, "porque las soluciones mágicas no existen".

En una entrevista con Efe, Lacalle, que acaba de presentar su libro "Viaje a la libertad económica" (Deusto), explica que las pensiones se beneficiaron de la inmigración masiva durante la "época de la burbuja", pero con la salida de estas personas del país y el aumento del paro los trabajadores no son capaces de pagar las pensiones de los jubilados.

"Se podría intentar seguir la solución japonesa de endeudarse muchísimo para sostener un sistema de pensiones insostenible, pero la capacidad española de endeudarse tanto no es igual porque los españoles no ahorran", añade.

La tasa de natalidad ha descendido en España durante los años de crisis económica y, en el caso de las españolas, ha pasado de 1,36 hijos de media en 2008 a 1,2 en 2012 y, en el caso de las extranjeras residentes en España de 1,86 a 1,54.

Por otra parte, Lacalle considera que España debería seguir los consejos de Alemania y continuar con la austeridad.

A su juicio, cuando el país entienda que debe evitar el crecimiento a través de una expansión "monstruosa" del crédito, volverá a la expansión.

Asimismo, hace hincapié en que es "inaceptable" que España se endeude más, "cuando el país gasta el 25 % más de lo que ingresa", al tiempo que recuerda que en 2008 se decía que la deuda pública estaba controlada -representaba entonces el 60 % del PIB-.

Cinco años después el coste de la deuda "se come" el 30 % de los presupuestos generales del Estado para 2014.

También aboga por ignorar al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la Comisión Europea (CE) cuando reconocen que los ajustes pueden crear pobreza, y afirma que España no puede endeudarse como Japón o Estados Unidos, ya que no atrae tanto capital como ellos por su excesiva regulación y control gubernamental.

El economista discrepa asimismo de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconsejó a Europa reducir la austeridad para evitar la pobreza y relacionó los ajustes con el aumento de las enfermedades mentales.

"La capacidad para echarle la culpa a la prudencia presupuestaria es eterna, porque todos estos organismos viven de los presupuestos, y austeridad es reducirlos", añade.

Además, Lacalle lamenta que en los presupuestos generales del Estado para 2014 "no se toquen" los grandes elementos de gasto en España, al tiempo que recalca que son las cuentas del fin de la recesión, no de la recuperación como ha dicho el Ejecutivo.

"España jamás ha tenido capacidad recaudatoria superior al 41 % del PIB, y el Estado y las comunidades autónomas están al borde del 50 % en gasto, con lo que hay casi nueve puntos de gasto excesivo que se van perpetuando", explica.

Para el economista es "preocupante" que el Banco Central Europeo (BCE) haya decidido bajar los tipos de interés al 0,25 %, y es un síntoma de que el organismo no confía en que la recuperación sea "sólida".

Cree que el impacto será negativo porque se retrasará la limpieza del sistema bancario y los empresarios no invertirán en la economía real.

A juicio de Lacalle, hay que diferenciar la llegada de una gran cantidad de liquidez a España, que es "positiva", de la salida de la crisis, que no se puede completar con una tasa de desempleo tan elevada.

Además, subraya que hay un riesgo "muy alto" de que la economía española se estanque, sobre todo porque la elevada deuda de los sectores público y privado genera problemas para mantener el Estado del bienestar.

Explica que España no volverá a presentar los índices económicos de antes de la crisis, ya que el proceso de expansión del crédito que llevó a la burbuja inmobiliaria y al territorio de crecimiento fue una "anomalía".

Sobre la polémica generada por la supuesta oposición del ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, al nombramiento de José María Roldán como presidente de la Asociación Española de la Banca (AEB), opina que el problema es que en España y los países periféricos de Europa se cuestiona la independencia de los reguladores porque están "teñidos de un halo político".

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