El desembarco de franquicias como las cafeterías de Starbucks en España puede servir para investigar qué consecuencias ha tenido su despliegue en otras ciudades. En un proceso lento e inexorable, por la llegada de nuevos actores como Airbnb, la gentrificación de los centros de las grandes ciudades es ya hoy una realidad y cualquier dato sobre tendencias pasadas se convierte en un barómetro de lo que puede ocurrir en los próximos meses.
The Washington Post publicaba esta semana un artículo en el que, citando un trabajo de tres expertos de la Harvard Business School (Measuring Gentrification: Using Yelp Data to Quantify Neighborhood Change), se examinaba el impacto inmobiliario de la llegada de negocios como cafeterías de marca o tiendas de jardinería a ciertos barrios. Cuando el gigante del café, por ejemplo, elige un barrio es porque la población tiende a ser de mayor nivel educativo, más joven... más blanca, a expensas de los residentes con menor nivel adquisitivo.
La opinión de los economistas Edward Glaeser, Hyunjin Kim y Michale Luca, es que, aunque no puede relacionarse directamente la aparición de una cafetería con el incremento de los precios de la vivienda, sí consideran importante valorar que las localizaciones para la instalación de ciertos negocios son elegidas por personas con buen juicio acerca de las zonas en las que los precios de las viviendas se van a incrementar. En concreto, los citados economistas recogen que un nuevo Starbucks anticipa un incremento del 0,54% en los precios de las viviendas cercanas en un año. Ya sea porque la cafetería solo elige localizaciones con potencial o porque al aparecer un negocio de estas características empieza a funcionar el efecto dominó.
Aunque no entra a discutir si es antes el huevo o la gallina, el estudio señala que el anuncio de la apertura de un local de la franquicia de café no supone inmediatamente una subida del coste de las casas, por lo que estiman que es, finalmente, es una combinación de factores lo que provoca el fenómeno. De entre ellos, destacan un baremo muy específico como son los cientos de entradas en Yelp, que es un importante servicio de predicción de las zonas más saludables, densamente pobladas o educadas de una ciudad.
Limitando su búsqueda a los tipos de negocio presentes en 100 códigos postales de Nueva York, han señalado las zonas con más presencia de Starbucks, lavanderías, tiendas de conveniencia, barberías, floristerías y vinotecas para determinar las áreas en las que los precios van a tender a subir, con la llegada de población joven pero con capacidad económica, preferentemente blanca, y de un nivel educativo elevado.
Usando los datos de Yelp, los investigadores pueden identificar las áreas en las que la gentrificación puede arraigarse y, en consecuencia, va a suponer un incremento posterior de los precios inmobiliarios. Para ello, no solo los Starnbucks sirven de baliza, sino que se emplean más factores hasta incluir cinco tipos de negocios entre los que están vinotecas y tiendas de conveniencia muy concretas. Al final, lo que determinan estos indicadores adelantados es que se avecina un desembarco de 'hipsters' al barrio. Y, con ellos, un aumento del nivel adquisitivo que, en el mercado inmobiliario, siempre se traduce con un alza de los precios.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios