El falso documental, de la Luna al 23-F

  • Manuel Carretero.

Manuel Carretero.

Madrid, 24 feb.- Jordi Évole ha hecho historia en la televisión innovando con el falso documental, un género utilizado para tratar desde la llegada del hombre a la Luna a los magnicidios de George W. Bush o Mijail Gorbachov, pasando por el monstruo del Lago Ness o el retrato del asesino en serie de Aro Tolbukhin.

Évole y su equipo de "Salvados" coparon anoche las audiencias de televisión y redes sociales con "Operación Palace", donde con la colaboración de políticos y periodistas se recrea el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 como un montaje concebido por el Rey y la clase política con la idea de fortalecer la democracia.

"Nos hemos basado en 'Operación Luna'", ha explicado Évole sobre la génesis de su falso documental, recordando esa producción del canal francés ARTE, rodado en 2002 y en el que se plantea que la llegada del hombre a la Luna fue en realidad una ficción urdida por el entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y rodada en un estudio por Stanley Kubrick.

"Operación Palace" ha innovado en la televisión nacional con su elucubración sobre un golpe de Estado en el que solo el teniente coronel Antonio Tejero era ajeno a la farsa, aunque TVE-Cataluña ya utilizó en 1991 este recurso al interrumpir en 1991 el programa "Camaleó" con un informativo ficticio en el que se anunció el asesinato de Mijail Gorbachov y un golpe de estado en la URSS.

El impacto de la noticia entre los espectadores provocó el colapso de la centralita de la cadena, que contó con el apoyo de Radio 4 (RNE) al hacerse también eco de la noticia, todo un despliegue de medios que acabó con el cese del jefe de programas de TVE en Cataluña.

El cine español ha seguido también la pauta del faso documental con "Apolo 18" (2011), dirigido por Gonzalo López-Gallego y que narra la aventura de dos astronautas en una operación fallida de la NASA en la luna con tal verosimilitud que la agencia espacial estadounidense lanzó un comunicado para desmentir que el viaje a la Luna que narra el filme fuera verídico.

Un año antes, en 2010, Joaquin Phoenix protagonizó la cinta "I'm Still Here", donde sorprendía a propios y extraños anunciando que abandonaba su carrera cinematográfica para convertirse en cantante de "hip hop".

El magnicidio de un presidente en EE. UU., un género cinematográfico en sí mismo, tuvo en la figura de Georg W. Bush su falso documental, "La muerte de un presidente" (2006), en el que Gabriel Range se apoyó en material de archivo y efectos especiales para recrear cómo un francotirador asesinó en Chicago al mandatario estadounidense.

Ese mismo año, uno de los falsos documentales más divertidos llegó a las carteleras con el cómico Sacha Baron Cohen y su impagable personaje de "Borat", el periodista televisivo kazako dispuesto a desentrañar el modo de vida americano en un viaje de momentos surrealistas, como el que protagoniza en una tienda de armas al preguntar por la más adecuada para matar judíos.

Dos años antes, en "Incidente en el lago Ness", la historia del monstruo más famoso del imaginario global tuvo de manos Zak Penn uno de los retratos más verosímiles, aunque falso, del mito, aprovechando el material de una película sobre el tema que Werner Herzog nunca llegó a completar.

De la mano del realizador Agustí Villaronga llegó en 2002 la película "Aro Tolbukhin, en la mente del asesino", una coproducción entre España, México y Hungría que, con el subtítulo de "Un falso documental sobre un verdadero asesino", contaba la historia real de este ciudadano húngaro que quemó vivas a siete personas en Guatemala.

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