El final de la crisis en la eurozona queda lejos, según Asmussen (BCE)

  • El miembro alemán del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Jörg Asmussen, advirtió en declaraciones que publicará mañana el "Stuttgarter Nachrichten" que el final de la crisis en la eurozona todavía queda lejos, adelantó hoy el diario.

Berlín, 30 dic.- El miembro alemán del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Jörg Asmussen, advirtió en declaraciones que publicará mañana el "Stuttgarter Nachrichten" que el final de la crisis en la eurozona todavía queda lejos, adelantó hoy el diario.

"Los procesos de adaptación y la eliminación de los problemas estructurales y de competitividad llevarán años todavía", señaló Asmussen, quien subrayó que por ello los esfuerzos de reforma en la eurozona no deben cesar.

Al mismo tiempo, el alemán defendió el papel del BCE en la crisis y afirmó: "Lo hemos asumido, porque otras instituciones no tenían capacidad de actuación".

"Tenemos en efecto que tener cuidado en el BCE de no ampliar en exceso nuestro mandato, algo necesario a veces en tiempos de crisis. Tan pronto como nos aproximemos a tiempos normales, tenemos que volver a salir del modo crisis", matizó.

El presidente del Bundesbank (el banco central de Alemania), Jens Weidmann, se expresó en la misma línea de no precipitarse en anunciar un final de la crisis en declaraciones al "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung", adelantadas ayer por el dominical.

"En estos momentos parece que la crisis se ha calmado algo. Hay avances en las reformas", señaló Weidmann, al tiempo que advirtió de que "las causas (de la crisis) no han quedado ni mucho menos eliminadas".

Al mismo tiempo alertó del peligro de que se amplíe un sentimiento de fatiga con relación a la crisis en la que "los políticos ya no quieren tener nada que ver y esperan que sea el banco central (europeo) el que saque las castañas del fuego".

Weidmann negó que el anuncio del BCE de que de ser necesario adquirirá deuda de forma ilimitada de países de la eurozona en crisis haya supuesto para la moneda única un punto de inflexión.

"Temo riesgos para la política de estabilidad y el peligro de que acaben mezcladas la política monetaria y la fiscal", advirtió.

El BCE lo único que puede es "redistribuir ilimitadamente riesgos de solvencia entre los países de la eurozona", lo que constituye una especie de seguro, pero eso no aporta por el momento una mayor estabilidad al sistema, señaló.

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