El Gobierno lanza una cortina de humo con el impuesto de los ricos

  • ¿Cortina de humo o descoordinación? A pesar de que el tema estrella de esta semana era el tijeretazo a los funcionarios, quien se ha llevado el protagonismo es el impuesto para los ricos. Todo estalló el martes, cuando el Gobierno empezó a lanzar mensajes cruzados. Todavía se desconoce cuándo y cómo se tocará a las fortunas, pero no se habla de otro tema.
Ana P. Alarcos

En esta semana, las miradas se han centrado en el impuesto para los ricos y no en el tijeretazo a los funcionarios, como se esparaba, porque, durante varios días, el equipo de José Luis Rodríguez Zapatero ha lanzado mensajes contradictorios acerca de la creación de un impuesto a las grandes fortunas.

Puede que se trate de un simple error de coordinación o de una forma de desviar la atención, aunque la realidad es que no hay nada claro: no se sabe cómo ni cuándo el Gobierno tocará a los ricos, lo único que se conoce es que esa posibilidad se está estudiando.

El martes, la ministra de Economía, Elena Salgado, aseguró convencida que, de momento, no había ninguna propuesta ni tampoco ningún estudio concreto acerca de subir los impuestos a las rentas más altas, aunque no se podía descartar ninguna opción.

Ese mismo día, la vicepresidenta primera del Gobierno, Fernández de la Vega, comentó que se estaba evaluando la posibilidad de aumentar la presión fiscal, aunque no se había tomado ninguna decisión al respecto. En cambio, De la Vega sí que dejó claro el destinatario del incremento impositivo: "quien tiene más capacidad tiene que contribuir más al sacrificio".

Un día despúes, José Luis Rodríguez Zapatero declaró que el Gobierno se plantea establecer un nuevo impuesto que sólo afectará a las rentas altas, aunque no aportó detalles. "No es lugar ni el momento para anunciar qué normas y circunstancias pueden ser las que configuren ese esfuerzo que vamos a pedir a los que más tienen", dijo el presidente en el marco de la Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad Andina.

A los pocos minutos, Celestino Corbacho (el ministro de Trabajo) aseguró que el aumento de la presión fiscal no está en la agenda del Ejecutivo y que, de hecho, "ninguna propuesta contempla subir impuestos".

Para terminar de cargar las tintas, el jueves Salgado salió a desdecir las palabras de su homólogo, al confirmar que la subida fiscal "que contempla el presidente" del Ejecutivo será muy especializada y que, además, no afectará al crecimiento la economía española, algo que sí provocaría una subida de impuestos generalizada.

Pero la contradicción ha llegado más allá. El mismo día, el PSOE publicó en una de sus redes sociales(Twitter) que el impuesto a los ricos sólo afectaría a las rentas superiores al millón de euros. Para terminar de rizar el rizo, el partido negó que se tratrata de un comunicado oficial aludiendo a que se trataba de información de otros medios. No obstante, aunque sí salieron a aclarar esta confusión, decidieron guardar silencio sobre qué ocurriría con el famoso impuesto a los ricos.

Durante horas, las espaculaciones sobre el nuevo impuesto se convirtieron en el centro de todas las miradas y en uno de los temas a tratar en la rueda de prensa que el Gobierno iba a dar sobre el Plan de Austeridad. Sin embargo, el encuentro con los medios se retrasó hasta las 9 de la noche, hora a la que arrancan los informativos, y en él no hubo confirmación ni desmentido de la puesta en marcha de este impuesto.

A pesar de que estas declaraciones cruzadas parecen muy evidentes, el Ejectutivo ha negado su existencia.Según Fernández de la Vega, todos los miembros del Gobierno tienen la misma filosofía pero que cada uno la explica de una manera.

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