El instituto elcano no prevé una guerra en corea pero sí una proliferación armamentística

El analista principal de Defensa y Seguridad del Real Instituto Elcano, Félix Arteaga, no augura que la tensión en Corea derive en enfrentamiento abierto, del que todo el mundo se cuida, pero sí una escalada armamentística y un posible tráfico de armas.
Según el diagnóstico que Arteaga trasladó a Servimedia, "el ritual y la liturgia" que está escenificando el Gobierno norcoreano son algo ya visto, pero "hay cosas nuevas", como que ya se ve como potencia nuclear, y eso "cambia la relación" porque ya se le "empieza a tomar en serio".
Aunque este analista piensa que de momento Corea del Norte no está en condiciones de disparar un arma nuclear, su progreso "demuestra que está en la senda" y, como Irán, puede utilizarlo en la mesa de negociaciones, siempre que su posesión no se discuta "porque ya la tiene" y, además, así puede ahorrar en armas convencionales.
El experto del Instituto Elcano percibe que el régimen está diversificando interlocutores para escapar de la influencia china y aprovechando que varios de los actores en juego tienen gobiernos nuevos.
LOS ALIADOS
A su vez, recordó que en 2015, Corea del Sur pasará a ostentar el mando conjunto de sus tropas y las norteamericanas instaladas en su territorio, y por tanto su ejército dejará de estar tutelado por EEUU, un país que además también desea recortar gasto público.
Arteaga no cree que China se involucre en apoyo de Pyongyang, porque no le conviene un enfrentamiento armado, aunque menos aún una Corea reunificada de tendencia occidental. Por ello, aceptaría como mal menor y como hecho consumado una Corea del Norte nuclearizada, para que siga haciendo de colchón y ella pueda mediar en el conflicto.
"Lo preocupante", continuó, "es que mientras llega a ser una potencia nuclear, Corea del Norte va a a intentar vender tecnología y conocimiento en Oriente Medio. La proliferación de armas es lo más peligroso, el enfrentamiento llegará un día, pero de momento todo el mundo se cuida de una respuesta contundente".
Según Arteaga, el único peligro de enfrentamiento es que alguien confunda la retórica con la realidad y que "eso conduzca a un error" que "no le interesa a ninguno". Si eso no ocurre, lo que sí habrá son hostigamientos, ciberataques, espionaje y contraespionaje e incluso alguna detención de agentes enemigos.