El instituto elcano teme que la ley de acción exterior quede deslavazada en el parlamento

El Real Instituto Elcano teme que la Ley de Acción Exterior y Servicio Exterior, actualmente en fase de anteproyecto, sea "de difícil aplicación" o "suficientemente ambiguo como para que no suponga grandes cambios" tras su tramitación parlamentaria.
Este temor aparece reflejado en un documento titulado 'España en el mundo durante 2013: perspectivas y desafíos' que han elaborado los diferentes analistas del Instituto bajo la coordinación de Ignacio Molina.
Según advierte, "el éxito en la tramitación de la nueva ley dista mucho de estar asegurado", por la pérdida de prestigio del Gobierno y lo difícil que ha sido incluso elaborar el anteproyecto, con objeciones de ministerios, comunidades autónomas y de carácer corporativo.
El Instituto Elcano reconoce que la ley "no puede, y seguramente no debe, resolver problemas del sistema político y administrativo español que le trascienden", como los derivados de las comunidades o la compartimentación ministerial, pero estima que la planificación y racionalización de la acción exterior es necesaria.
LAS CLAVES DEL ÉXITO
En este sentido, cree que la ley tendrá éxito si define "un proceso de toma de decisiones gubernamental que, aun reconociendo el protagonismo del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, resulte más colegiado y operativo".
También, añade, deberá establecer una "coordinación realista" con el resto de los actores que tienen proyección exterior "sin pretender una unificación de la acción que resulta imposible", "una mayor rendición de cuentas" con evaluación de los resultados y el diseño de una misión diplomática que garantice esos puntos.
El documento se refiere además a la Estrategia de Política Exterior que prevé el anteproyecto y que se elaborará cada cuatro años. Según el Instituto Elcano, lo tendrá "complicado" para ir más allá de "una compilación declarativa que repase la visión convencional que tiene el Ministerio de Asuntos Exteriores sobre las grandes áreas temáticas y geográficas de la política mundial".
Así, aunque celebra que vaya a existir una guía de política exterior, considera que debería ser un verdadero "documento estratégico" que implique a todas las instituciones, partidos políticos y la sociedad civil y fije "prioridades efectivas" de acción exterior para destinar a ellos los recursos cada vez más escasos de que dispone el Ministerio.