El IPC subió en Japón un 1,3 por ciento en enero, el octavo mes de incremento

Tokio, 28 feb.- El índice de precios al consumo (IPC) registró en Japón un incremento del 1,3 por ciento en enero con respecto al mismo mes del año anterior, lo que supone el octavo mes consecutivo en el que suben los precios, informó hoy el Gobierno nipón.

El indicador, que excluye los alimentos frescos por su excesiva volatilidad, mostró sin embargo un retroceso del 0,3 por ciento con respecto al mes de diciembre.

Los datos de enero están en línea con las expectativas del Banco de Japón (BOJ), que el pasado abril activó un agresivo paquete de estímulo monetario para acabar con el ciclo deflacionario que ha afectado al país durante 15 años y situar el incremento del IPC en torno al 2 por ciento en torno al año 2015.

Los principales incrementos interanuales en los precios de enero se registraron una vez más en los combustibles, la luz y el agua, con una subida del 5,6 por ciento

Algunos analistas destacan que sea de nuevo el sector energético el que arrastre buena parte de la subida de precios que experimenta Japón desde 2013, y advierten al mismo tiempo de la necesidad de impulsar una subida de sueldos que haga sostenible el panorama para los hogares nipones.

En Tokio, donde el análisis corresponde al mes de febrero, los precios se incrementaron un 0,9 por ciento con respecto a febrero de 2013, y aumentaron a su vez un 0,1 por ciento en relación a enero.

Los precios en el área metropolitana de la capital se consideran un indicador avanzado de la evolución del IPC en todo el territorio de Japón.

El Ministerio del Interior y Comunicaciones publicó hoy también los datos correspondientes a ingresos y gastos de los hogares japoneses en enero.

El ingreso medio de los hogares con al menos un asalariado se situó en 438.646 yenes (3.140 euros/4.304 dólares), lo que supone un retroceso en términos reales del 0,6 por ciento con respecto a enero de 2013.

El consumo medio de estos hogares fue de 325.804 yenes (2.332 euros/3.197 dólares), un 0,2 por ciento interanual menos en términos reales.