
El Banco de Japón (BoJ) decidió no cambiar su política monetaria acomodaticia, a pesar del giro hacia un mayor endurecimiento del resto de los principales bancos centrales en respuesta a la elevada inflación.
El Banco de Japón (BoJ) decidió no cambiar su política monetaria acomodaticia, a pesar del giro hacia un mayor endurecimiento del resto de los principales bancos centrales en respuesta a la elevada inflación.
Rumores de una subida de tipos en EEUU condicionan la moneda japonesa, que continúa su devaluación por las decisiones de Japón en la política monetaria del país, contraria a la de las economías desarrolladas.
El banco central japonés anunció la compra ilimitada de bonos estatales para contener el alza de la divisa y de los rendimientos de bonos a diez años, que ya tocaban su máximo deseable del 0,25%.
La tasa de interés negativa a corto plazo seguirá en el -0,1% y continuará con el amplio programa de compra de bonos estatales y fondos cotizados para mantener los rendimientos del 10 años en torno al 0%.
El organismo ha aprobado por amplia mayoría mantener las medidas de apoyo a las empresas y de flexibilización monetaria durante un periodo de seis meses más
La semana estará marcada por la reunión de la Reserva Federal este miércoles, además del dato de producción industrial y las ventas minoristas de la Eurozona o el IPC de mayo de países europeos.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, ha señalado que "la negociación de las criptomonedas es especulativa" y "apenas se utilizan como medio de pago", provocando importantes correcciones.
La oferta monetaria ha regresado a niveles de 2018 y 2019, previos al estallido de la pandemia, y el país se pone 'sus barbas a remojar' por si el alza de los precios no fuera tan transitoria como se estima
Todas las miradas están puestas esta semana en la reunión de la Reserva Federal, que arranca hoy en EEUU, y en las del Banco de Inglaterra y el Banco Central de Japón, que se celebran de aquí al jueves.
Las reuniones de la Reserva Federal (miércoles), el Banco de Inglaterra (jueves) y del Banco de Japón (viernes) coparán en principio la atención de los mercados a lo largo de la semana.
El mercado inmobiliario avanza después de la larga y profunda crisis que arrancó en los años 90 con el estallido de la burbuja y su efecto empieza a impulsar la inflación, uno de sus males endémicos.
Mantiene su decisión de comprar bonos corporativos y papel comercial hasta un monto de 158.000 millones de euros y la compra de ETFs a un ritmo anual de 98.000 millones de euros
La expectativa de que la economía se resienta sin una guía comercial con los Veintisiete y de un posible recorte de los tipos oficiales hasta terreno negativo habían venido penalizando a la esterlina
El BCE puede optar el próximo 10 de diciembre por aprobar una ampliación de programa antipandemia sin fijar cuantías específicas, sino dejando claro que comprará "cuanto sea necesario"
Los precios, cuya debilidad viene afectando a Japón desde hace décadas, seguirán cayendo por el impacto del abaratamiento del petróleo y sólo irán mejorando a medida que la crisis por la pandemia se calme.
El banco central observa que la economía japonesa "ha comenzado a recuperarse de forma gradual" pero advierte de que "las expectativas de inflación se han debilitado un poco"
Debido, principalmente, a la mejora observada en las condiciones de acceso a la financiación en la moneda estadounidense.
La medida fue adoptada el pasado mes de marzo, en medio de las fuertes turbulencias que azotaron los mercados a causa de la crisis generada por la Covid-19.
El organismo capitaneado por Haruhiko Kuroda prevé que la economía del país se contraiga un 4,7% este año a causa de la pandemia de coronavirus, en lo que será su peor registro desde la recesión de 2009
La Fed comprará desde este martes bonos corporativos individuales de forma directa en el mercado secundario y el Banco de Japón amplía su programa antipandemia hasta los 901.000 millones de euros
Se suma al anuncio que hizo anoche la Fed que ha decidido comenzar a comprar bonos corporativos de forma directa en el mercado secundario
Las empresas de EEUU están asentadas sobre deuda corporativa por valor de entre el 50 y el 75% del PIB y algunas no podrán sobrevivir operando al 30%-50% de su capacidad en medio de un menor crecimiento
Página 1 de 10