
El banco central nipón sigue con su estrategia de política monetaria ante la incertidumbre que rodean a las economías y a los mercados financieros y aspira a lograr el objetivo de un incremento anual de los precios del 2%.
El banco central nipón sigue con su estrategia de política monetaria ante la incertidumbre que rodean a las economías y a los mercados financieros y aspira a lograr el objetivo de un incremento anual de los precios del 2%.
Durante la década de Kuroda, la entidad mantuvo una batería de medidas flexibilizadoras ante las dificultades con el objetivo de alcanzar el objetivo inflacionario del 2 % para reactivar a la renqueante economía japonesa.
El banco central nipón celebrará a finales de mes la primera reunión sobre política monetaria bajo su liderazgo, en la que se dirimirá si mantiene la estrategia de estímulos con el objetivo de lograr una inflación anual estable del 2%.
El gobernador saliente ha dirigido la entidad desde 2013 y ha liderado su heterodoxa estrategia flexibilizadora que incluyó cuantiosas inyecciones de capital en los mercados financieros y de deuda y tipos de interés ultrabajos.
Los seis mayores bancos centrales del mundo escenifican una acción coordinada para abrir los grifos de liquidez en dólares este lunes en subasta diaria para calmar a los inversores y los bancos.
Kazuo Ueda defiende que los efectos positivos de la política monetaria 'ultraexpansiva' superan a los negativos, aunque abre la puerta a una flexibilización más sostenible si la inflación se sale de su objetivo.
Kazuo Ueda se escuda en la necesidad de esquivar una recesión ligada a la subida de los tipos de interés para mantener la política monetaria del organismo, a pesar de que la inflación ha escalado al 4,2% en enero.
La rentabilidad de la deuda del Tesoro estadounidense vuelve a ejercer su poder de atracción sobre Wall Street con el plazo a 10 años a punto de llegar a un nivel que suele ajustar las valoraciones en bolsa.
Kazuo Ueda, economista e integrante de la junta de política monetaria del banco central en los primeros años del despliegue de la política monetaria expansiva suena en las quinielas como favorito.
El vicegobernador Masayoshi Amamiya se postula como favorito para suceder al arquitecto de la política monetaria ultraexpansiva que impera desde hace una década en el país y cuyo mandato expira en abril.
Las bolsas europeas renuevan los ascensos este miércoles después del mensaje expansivo del Banco de Japón y en espera de que comience el grueso de las presentaciones de resultados corporativos anuales.
La autoridad monetaria que dirige Haruhiko Kuroda desafía la presión de los mercados para endurecer su política monetaria y mantiene su sesgo ultra-expansivo con estímulos para la deuda y el crédito.
Los analistas ven en esta medida inesperada un primer paso hacia un futuro aumento de tipos de interés y los mercados la recibieron como tal, con fuertes subidas del yen y de los rendimientos del bono estatal.
Las bolsas del Viejo Continente contienen las pérdidas tras el nerviosismo inicial desatado a raíz de la decisión del Banco de Japón de ampliar el techo del rendimiento del bono a diez años hasta el 0,5%.
El organismo gana margen de maniobra para seguir aplicando su estrategia de estímulos en el contexto de inflación creciente en el país nipón, que llega hasta el 3,6%, su tasa más elevada en cuatro décadas.
El país asiático se queda solo entre las grandes economías del mundo en su política monetaria expansiva y en territorio negativo pese al incremento de la inflación al 3% y la debilidad de su divisa.
El archipiélago, que trataba de sobreponerse a la deflación, ahora está merced del encarecimiento de la energía y de las materias primas. Con respecto al mes anterior, los precios se han incrementado un 0,5%.
El Banco de Japón (BoJ) decidió no cambiar su política monetaria acomodaticia, a pesar del giro hacia un mayor endurecimiento del resto de los principales bancos centrales en respuesta a la elevada inflación.
Rumores de una subida de tipos en EEUU condicionan la moneda japonesa, que continúa su devaluación por las decisiones de Japón en la política monetaria del país, contraria a la de las economías desarrolladas.
El banco central japonés anunció la compra ilimitada de bonos estatales para contener el alza de la divisa y de los rendimientos de bonos a diez años, que ya tocaban su máximo deseable del 0,25%.
La tasa de interés negativa a corto plazo seguirá en el -0,1% y continuará con el amplio programa de compra de bonos estatales y fondos cotizados para mantener los rendimientos del 10 años en torno al 0%.
El organismo ha aprobado por amplia mayoría mantener las medidas de apoyo a las empresas y de flexibilización monetaria durante un periodo de seis meses más
La semana estará marcada por la reunión de la Reserva Federal este miércoles, además del dato de producción industrial y las ventas minoristas de la Eurozona o el IPC de mayo de países europeos.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, ha señalado que "la negociación de las criptomonedas es especulativa" y "apenas se utilizan como medio de pago", provocando importantes correcciones.
La oferta monetaria ha regresado a niveles de 2018 y 2019, previos al estallido de la pandemia, y el país se pone 'sus barbas a remojar' por si el alza de los precios no fuera tan transitoria como se estima
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