El libro destronó a los púlpitos de poder, afirma periodista español Cebrián

  • El libro, a partir de la imprenta de Johannes Gutenberg, destronó los púlpitos de poder y facilitó la decisión del poder a través de la libre interpretación, sostuvo hoy el periodista y escritor español Juan Luis Cebrián durante el VI Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE).

Panamá, 21 oct.- El libro, a partir de la imprenta de Johannes Gutenberg, destronó los púlpitos de poder y facilitó la decisión del poder a través de la libre interpretación, sostuvo hoy el periodista y escritor español Juan Luis Cebrián durante el VI Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE).

"La palabra es el denominador común de nuestra especie, los humanos comenzaron a desplegarla, primero en las mentes, luego por escrito y más tarde la socializaron (...) a través de la lectura y asistimos así al nacimiento del libro", aseveró.

Cebrián fue el ponente del tema "El libro, entre la creación y la comunicación", en el que participaron, además, el periodista estadounidense Enrique Durand, el escritor peruano Fernando Iwasaki, el expresidente ecuatoriano Osvaldo Hurtado y el escritor chileno Antonio Skármeta.

Precisó que la primera globalización, el avistamiento del Mar del Sur, coincidió con una revolución tecnológica (el invento de la imprenta) que trastocó los esquemas del comportamiento del poder, y que permitió a los contadores de historia convertirse en hacedores de libros, en "escritores".

Por su parte, el escritor estadounidense Enrique Durand dijo que las "ideas plasmadas en libros electrónicos", abren una nueva visión y un nuevo espacio, que pondrán todo tipo de literatura al alcance "de todos y de cualquiera", sin distinción de distancia o de fronteras.

Añadió que la idea del libro nace del alma del escritor y todos los instrumentos utilizados, desde los jeroglíficos hasta las computadoras, han contribuido a expandir la comunicación "del fruto de esa semilla de pensamiento".

Durand dijo que la era digital ha tenido un "impacto tremendo" en la industria del libro, que está alterando las costumbres de los lectores y agregándole una visión diferente.

Entre tanto, el ex presidente ecuatoriano Osvaldo Hurtado sostuvo que los primeros años del siglo XXI han abierto al libro un promisorio futuro, que le asegurará una larga y fructífera existencia.

Hurtado afirmó que gracias a las computadoras y a sus diversos programas, "se ha simplificado el trabajo de los escritores, reducido los costos del proceso de edición e impresión y multiplicado el universo de los lectores".

Calificó a la computadora como un "acontecimiento milagroso" que puso fin a largas jornadas de trabajo, mientras el "sorprendente word" cambió la vida de los escritores.

El escritor peruano Fernando Iwasaki expresó que de haber existido el internet en el siglo de oro, entre los siglos XVI y XVII, "los poetas de Ultramar se hubieran enterado en tiempo real de los elogios recibidos por las obras del escritor español Miguel de Cervantes Saavedra".

"Aunque para efecto de esta reflexión, me basta con precisar que Cervantes sabía, como cualquier bloguero contemporáneo, que más tarde o más temprano aquellos poetas terminarían enterándose", matizó.

Iwasaki inquirió que el fenómeno editorial que supuso la obra Don Quijote, con su vertiginosa reimpresión, no fue nada comparado con la revolución cultural y hermenéutica que desencadenó el descubrimiento de América, al propiciar el auge del libro impreso y la aparición del "cronista de Indias".

"Me atrevo a sugerir que nuestra época, con sus desafíos creativos y comunicativos, tiene mucho en común con el siglo de los descubrimientos y los nuevos paradigmas conceptuales, técnicos y geográficos que arrostró la Europa, abrumada por un exceso de información que casi nunca llegó a convertirse en conocimiento", añadió.

Finalmente, Skármeta aseveró que las nuevas herramientas con la que actualmente cuentan los lectores, como las redes sociales facebook, twitter y los blogs, permiten que tengan una fluida vía de comunicación con sus autores, pero al mismo tiempo poco beneficiosa para los libros, "el instrumento favorito de la creación literaria".

"Las nuevas herramientas crean aproximaciones al hecho literario, pero no alteran la imponente presencia del libro, con la autoridad de su prestigio, los atributos de su diagramación, tipografía, textura de papel y diseño de portada", indicó.

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