El líder de la UGT denuncia la "radicalidad" laboral en autobuses Barcelona

Barcelona, 24 feb.- El líder en Cataluña de UGT, Josep Maria Álvarez, ha denunciado hoy que la "radicalidad" se ha impuesto en las relaciones laborales de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), en especial en los autobuses, donde ha denunciado la existencia de prácticas más propias de "mafiosos".

En el transcurso de un coloquio sobre la reforma laboral organizado por Tribuna Barcelona, Álvarez se ha mostrado especialmente crítico con la gestión de los conflictos laborales que lleva a cabo el sindicato mayoritario en los autobuses, CGT, que mantiene de momento la huelga convocada coincidiendo con la próxima celebración del Congreso Mundial de Móviles.

Tras expresar su confianza en que los trabajadores del Metro aprueben hoy en referendo la última propuesta que ha presentado la empresa para que se pueda desconvocar la huelga, Álvarez ha lamentado que la situación sea más difícil en la empresa de autobuses.

"Es una lástima -ha dicho- que no estén aquí los responsables de la empresa para que expliquen por qué hace años que se ha impuesto la radicalidad. Y no voy a ir más allá porque no quiero que cualquier día, en alguna manifestación, se me acerque algún mafioso y me diga eso de 'sé dónde vives'".

Por su parte, el secretario general de CCOO de Cataluña, Joan Carles Gallego, ha atribuido también parte de la responsabilidad por la situación actual del conflicto en TMB a la empresa, que a 16 días de la celebración del Congreso de Móviles decide dejar sin aplicación el convenio.

Los efectos negativos sobre el Congreso Mundial de Móviles que supondrían la convocatoria de huelga en metro y autobús ha llevado, por su parte, al presidente de Fomento de Trabajo, Joaquim Gay de Montellà, a instar de nuevo a la regulación del derecho de huelga.

A juicio del representante de la principal patronal catalana, estaría justificada una ley de huelga para evitar, por ejemplo, que este derecho de los trabajadores reconocido ahora en la Constitución ponga en peligro eventos de la relevancia del Congreso de Móviles, que tiene un impacto en la ciudad de cientos de millones de euros.