El lío de Hacienda con la cuenta ahorro vivienda

¡Cuidado! Tal y cómo está redactada la ley, Hacienda podría exigir a los titulares de cuentas ahorro vivienda la devolución de todo el dinero que han ido desgravándose durante los últimos años.

Hace unas semanas, esta alerta empezó a circular por los pasillos de la Agencia Tributaria. Rápidamente, se extendió por la red, desató el pánico y obligó al Partido Socialista a presentar una enmienda a un cambio legal impuesto por su propio Gobierno: el fin de la desgravación por vivienda.

A partir del 1 de enero de 2011, todas aquellas personas cuya base imponible sea superior a 24.107 euros (lo que equivale a unos ingresos de entre 27.000 y  30.000 euros) no podrán deducirse las cantidades destinadas a pagar su vivienda (con un límite de 9.015 euros).

¿Y qué ocurre con las cuentas ahorro vivienda? Lo mismo, que a partir del próximo año sólo podrán seguir desgravando aquellas personas cuya base imponible sea inferior a 24.000 euros.

¿Y qué ocurre con aquellos que ganan más pero tienen una cuenta vivienda? Que podrán guardar el dinero que llevan ahorrado y desgravado, hasta que se cumplan cuatro años de la fecha en la que la abrieron. A partir de ese momento, deberán destinar todo el dinero a adquirir o remodelar su vivienda. ¿Seguro? Parece que no tanto.

Con la legislación actual, cabe la opción de que Hacienda pueda exigir la devolución de las desgravaciones a todos aquellos que declaren más de 24.102 euros anuales, tengan una cuenta vivienda y no adquieran un casa antes del 31 de diciembre.

El problema, según explican desde el Partido Socialista, radica en que no se trata de dos ayudas fiscales diferentes, sino la misma. La desgravación por vivienda, en principio, se aplica a las cantidades aportadas para adquirir un hogar. Pero, para facilitar su compra, se adelantó esta ayuda a las cuentas de ahorro vivienda.

Por tanto, al tratarse de la misma medida fiscal, cuya verdadera razón de ser está en la compra de la vivienda, ésta queda en el limbo cuando se llega al 1 de enero de 2011 y no se ha comprado una vivienda.

Dicho de otro modo, siendo puristas, todos aquellos ahorradores con una base imponible superior a 24.102 euros deben comprar una vivienda antes de que termine el año, porque las desgravaciones que ya han disfrutado desaparecen el próximo, y ellos han adelantado una ayuda que exige adquirir un hogar.

"Cabía la posibilidad de que Hacienda pudiera llegar en cualquier momento y exigir las devoluciones de las desgravaciones hechas en el pasado con la cuenta ahorro vivienda", explican desde el Partido Socialista. "Por eso, hemos hecho la enmieda, para evitar cualquier peligro, por remoto que sea", añaden.

Además, todos aquellos ahorradores que no hayan adquirido una vivienda al cierre de 2010, pero tengan activa una cuenta vivienda, y ganen más de 24.102 euros, podrán volver a desgravar en la declaración que hagan el próximo año, ya que corresponde a este ejercicio, cuando todavía gozan de la ventaja fiscal.

A partir de 2011, podrán dejar el dinero ahorrado en la cuenta, e incluso seguir aportando, hasta que se les cumpla el plazo de cuatro años para comprar.

Por ejemplo, una persona que abriera esta cuenta el 31 de diciembre de 2008, podrá seguir ahorrando hasta el 31 de diciembre de 2012. Sin embargo, si tiene una base imponible superior a 24.000 euros, éste será el último ejercicio que pueda desgravarse; a partir del próximo, podrá seguir ahorrando dinero, pero no beneficarse de la ayuda fiscal.

Eso sí, cuando se cumpla el plazo de su cuenta ahorro vivienda, deberá adquirir una vivienda, y las letras de la hipoteca que firme no podrán beneficiarse de las ayudas fiscales, como sí podrán hacer aquellos que compren hasta el 31 de diciembre.

Obviamente, si caduca la vigencia de este vehículo y no se adquiere un hogar, sí que deberá devolverse a Hacienda las desgravaciones del pasado, pero no por el cambio legal, sino porque tanto ahora, como cuando se aplique el cambio, estas cuentas están obligadas a comprar una vivienda en el plazo fijado. Si no, el fisco tiene derecho a exigir su dinero.