El miedo vuelve a las bolsas

  • Los negativos datos macro procedentes de Estados Unidos, la pérdida de velocidad de la economía China y las renacidas tensiones del mercado de bonos han vuelto a sembrar la incertidumbre en los mercados.
R.U.

En cuestión de cinco días, el optimismo que parecía imponerse en los mercados se ha venido abajo. Ni siquiera la locotomora alemana, cuya economía ha batido toda las previsiones de crecimiento, ha podido evitar que el miedo vuelve e imponerse en los mercados.

El Ibex 35 ha despedido la semana con un recorte del 3,5%, que le ha llevado a pasar de los 10.651,10 puntos en que arrancó el lunes, a los 10.275,8 en que concluyó la jornada del viernes. Su caso, lejos de ser una excepción, ha sido la tónica dominante en los mercados.

El estadounidense Dow Jones se ha dejado un 3,28% durante la semana; el alemán Dax, otro 2,3%; el francés CAC 40, un 2,8%; mientras que el británico Footsie ha perdido un 1,06%.

Los negativos datos macro procedentes de Estados Unidos, la pérdida de velocidad de la economía China y la negativa de la Reserva Federal a inyectar al mercado los estímulos que estaba pidiendo, han vuelto a sembrar los parqués de incertidumbre.

La respuesta de los inversores ha sido la búsqueda de seguridad y se han lanzado a buscarla en el todopoderoso bono alemán, lo que ha vuelto a desatar tensiones en el mercado de la deuda pública.

La rentabilidad del bono español (el dinero que piden los inversores para comprar la deuda española) se ha incrementado hasta el 4,21%, mientras que el diferencial con la deuda germana se ha situado en 188 puntos básicos, frente a los 150 puntos en que se situó tras los test de estrés en la última semana de julio.

La primer víctima de estas nuevas tensiones en el mercado de deuda ha sido Italia, incapaz de levantar los 3.500 millones que quería colocar en bonos a quince años.

Ni siquiera los buenos datos sobre la marcha de la economía europea en el primer semestre, con la locomotora alemana a la cabeza, que ha batido todas las previsiones, han conseguido disipar los miedos durante la última semana.

La duda ahora está en ver si durante las próximas semanas va a reinar la volatilidad, fruto de los renovados temores, y, sobre todo, si los países periféricos volverán a ser víctimas de una nueva ola de castigos hacia sus deudas públicas.

En medio de este escenario, Telefónica ha conseguido conectar con los inversores y ha recuperado su trono de mayor compañía española por capitalización bursátil. Un título que, no obstante, también ha conseguido recuperar debido a los renovados signos de debilidad del sector financiero.

La resaca de los test de estrés parece haber quedado atrás y los inversores están volviendo a poner en entredicho la solvencia del sistema financiero español, sobre todo, de la banca mediana.

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