El "no" a la refinería recrudece la división política y social al proyecto

  • El informe desfavorable a la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de la Refinería Balboa, en Badajoz, ha recrudecido hoy la división política y social que siempre despertó la iniciativa promovida por el Grupo Industrial Alfonso Gallardo.

Carlos González de Rivera

Mérida, 17 jul.- El informe desfavorable a la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de la Refinería Balboa, en Badajoz, ha recrudecido hoy la división política y social que siempre despertó la iniciativa promovida por el Grupo Industrial Alfonso Gallardo.

Prueba de ello han sido los momentos de tensión que se han vivido esta mañana en Mérida cuando los partidarios del proyecto se han encarado con los miembros de "Refinería No", el presidente extremeño, José Antonio Monago, o el diputado autonómico de IU, Víctor Casco, uno de los primeros en reaccionar en "Twitter" a la decisión del Ministerio de Medio Ambiente, "una buena noticia y muy esperada".

Lejos queda ya el 23 de junio de 2003 cuando el presidente electo de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, anunciara en su discurso de investidura la implantación de la refinería.

Hubo que esperar hasta 2005 para que los promotores presentaran la primera memoria-resumen oficial y entonces se gestó la división al proyecto, especialmente la zona de influencia, donde se crearon plataformas a favor y en contra.

El PSOE, los principales sindicatos y la patronal se posicionaron a favor, el PP pasó del no inicial al sí e IU lo rechazó desde el principio.

A consecuencia del oleoducto hasta Huelva, la lucha contra la refinería se amplió a Andalucía, que temía por Doñana, y posteriormente a Portugal, por el río Guadiana.

El proyecto, que supondría más de 2.000 millones de inversión y que contaba con Shell como socio tecnológico, se enquistó en el Ministerio de Medio Ambiente y no salió adelante pese a que los socialistas ejercían el poder en los gobiernos central, extremeño y andaluz.

Así lo ha recordado hoy el presidente regional, José Antonio Monago, que ha insistido en que la DIA, al igual que las siete alegaciones que presentó Extremadura, han seguido criterios técnicos y no políticos.

Las razones negativas están en Doñana, la Vía de la Plata, Portugal y la Unesco ha precisado Monago después de que se haya anunciado la resolución desfavorable por los "potenciales impactos derivados de su localización".

El presidente extremeño ha lamentado la "instrumentación política" de este asunto, que ha originado una "fractura" social, y ha anunciado que solicitarán la devolución de los 10 millones de euros invertidos.

Los socialistas y UGT han culpado directamente a Monago por mirar ha otro lado y CCOO lo ha achacado a que "necesita" de IU para mantenerse en el poder, al igual que ha opinado la Plataforma "Refinería Sí".

Todos ellos han expuesto la importancia que para el empleo y el desarrollo industrial de la región tenía el proyecto, y ha criticado que otros plantas de refino sí hayan salido adelante en otras CCAA.

Para "Refinería No" era "una aberración medioambiental y económica"; "una locura", según organizaciones ecologistas como Greenpeace, WWF y Amigos de la Tierra.

IU ha pedido que los fondos regionales destinados a respaldar la refinería se destinen a políticas sociales y a la economía sostenible.

El grupo promotor, consultado hoy por Efe, no se pronunciado sobre la resolución de la declaración ambiental.

El empresario Alfonso Gallardo, reacio a la prensa, declaró hace unos meses que la refinería estaba "en manos de Monago".

Fue días antes de conocerse la propuesta negativa de la DIA, a la que Rodríguez Ibarra contestó acusando al ministro del ramo, Miguel Arias Cañete, de haber cometido un presunto delito de prevaricación por sus intereses en el sector del petróleo.

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