El paro le pasa un desgaste extra al PSOE en las provincias con más desempleados

Podría parecer algo lógico, pero no lo ha sido durante tres décadas de historia democrática. Las provincias con mayores tasas de desempleo han variado poco a lo largo de los años y, hasta la noche de ayer, también habían mostrado poca tendencia al cambio político por mucho que no les llegara una solución en forma de empleo: Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha siempre habían sido fieles al PSOE...

Ya no. Se podría decir que sus ciudadanos se han hartado de lidiar con un paro que, en algunos casos, supera el 30%, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa.

Andalucía es, sin lugar a dudas, el mejor ejemplo del derrumbe socialista en estas elecciones. Ya no sólo porque haya perdido, por primera vez en la historia, frente a un partido de centro derecha; ni tampoco porque la derrota haya arrojado un marcador de 33 diputados populares frente a 25 socialistas (con la irrupción de dos de Izquierda Unida).

No, en una autonomía donde la media de paro de sus ocho provincias roza el 31% al cierre del tercer trimestre de este año, lo más grave para el PSOE es que ha perdido un tercio de sus votantes, desde los 2,3 millones que sumó en 2008 a algo más de 1,5 de ahora.

Porque el PP, por su parte, gana algo menos de 200.000 votantes, una cifra más que suficiente para darle la vuelta a la situación.

Por provincias, la excepción de toda España (Sevilla es la única circunscripción donde el PSOE gana sobre el PP) tiene su explicación estadística. De hecho, el paro sevillano (de un 28%) es el más bajo de Andalucía, por lo que podía pensarse que el castigo no ha sido tan severo en proporción a la menor tasa de desempleo.

En el resto de provincias, sin embargo, el desplome socialista ha ido acorde con la tónica general en la comunidad y ha ratificado lo que ya se entrevió en mayo. En líneas generales, el PSOE pierde un tercio de sus apoyos desde Almería (donde ya ganaba el PP hace tiempo) a Cádiz, uno de los últimos bastiones socialistas en derrumbarse pese a ser famosa por ser la provincia del paro en España.

Subiendo al norte, el castigo gana intensidad en Castilla-La Mancha, donde, pese a que las cifras porcentuales no son tan escandalosas como en sus vecinos del sur, su incremento en los últimos años ha sido meteórico, hasta superar el 25% en Albacete. De ahí que los 14 escaños populares duplican a los siete socialistas en una zona no hace tanto en manos del centro izquierda.

Y bajando al sur, a Canarias y su 30% de paro, el PSOE se ha dejado en el camino casi la mitad de sus 400.000 votos, que se han repartido entre la mitad que se ha marchado para el PP y la otra mitad disgregada entre IU, UPyD y otras fuerzas menores.

Por último, Extremadura continúa perdiendo sus viejas señas socialistas y de proporcionar a cinco diputados del PP y a otros cinco del PSOE en los últimos comicios se ha desnivelado la balanza hacia los seis populares. ¿El paro extremeño? Del 23,6%.