El presidente luso rechaza pedir más austeridad a familias, pymes y jubilados

  • El jefe del Estado portugués, Aníbal Cavaco Silva, consideró "imposible" imponer nuevas medidas de austeridad a los grupos de población "más afectados" en su país por los recortes, como familias, pequeños empresarios y pensionistas.

Lisboa, 29 feb.- El jefe del Estado portugués, Aníbal Cavaco Silva, consideró "imposible" imponer nuevas medidas de austeridad a los grupos de población "más afectados" en su país por los recortes, como familias, pequeños empresarios y pensionistas.

En declaraciones a la emisora de radio TSF, el presidente luso -al que la ley no otorga funciones ejecutivas- alertó de que algunos de los ajustes aprobados "no tienen en cuenta" la delicada situación por la que atraviesan determinados sectores sociales y que, sin embargo, les perjudican igualmente.

De esta forma, el histórico dirigente de los conservadores lusos volvió a mostrarse crítico con el alcance de los recortes en Portugal, que en su opinión exige sacrificios excesivos a los ciudadanos y aumenta todavía más las desigualdades sociales.

Cavaco Silva defendió que no debería censurar únicamente a Grecia, Irlanda y Portugal por haberse endeudado en exceso, y recordó que "la supervisión multilateral no fue realizada a quien le competía", en referencia a la Unión Europea (UE).

Las palabras del jefe del Estado se producen en un momento de fuerte polémica en su país, donde el severo programa de reformas acordado en 2011 con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de su rescate financiero ha derivado en un aumento de impuestos, recorte de salarios de funcionarios y pensionistas así como en una reducción del gasto público.

Oposición y sindicatos ya reclaman al Gobierno del Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha) que ponga freno a su política de ajustes para no convertirse finalmente en un obstáculo a la recuperación económica.

Incluso el premio Nobel de Economía Paul Krugman señaló esta semana durante una visita a Lisboa que el Ejecutivo luso debe "resistir los llamamientos para aplicar más austeridad".

Por su parte, el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, aseguró ayer mismo que no se plantea adoptar "medidas adicionales", aunque defendió que no se puede excluir totalmente esa hipótesis porque la prioridad debe ser que el programa acordado con la UE y el FMI tenga éxito para recuperar la confianza de los mercados.

Precisamente la rigurosidad aplicada por el Ejecutivo luso para implementar estos ajustes fue destacada también ayer por los técnicos de la UE y el FMI, que precisaron que seguirán apoyando a Portugal siempre que siga ejecutando el programa de forma tan determinada como hasta ahora.

La llamada troika dejó así una puerta abierta a la concesión de mas ayuda al país en caso de que necesite más fondos, algo que ocurriría si no consigue volver a emitir deuda pública a largo plazo en el segundo semestre de 2013, como todavía está previsto.

Analistas, inversores y agencias de calificación dudan de las opciones de Portugal para cumplir con este objetivo debido a los elevados intereses que penalizan su deuda en el mercado secundario, utilizado como referencia.

El jefe del Estado portugués también volvió a dejar críticas al rumbo adoptado actualmente por la UE al calificar de "bastante negativa" la excesiva "visibilidad" de Alemania y Francia a la cabeza del continente.

Censuró, asimismo, que los líderes europeos "se dejen condicionar, e incluso chantajear" por las agencias de calificación de riesgo estadounidenses, en alusión a Moody's, Fitch y Standard & Poor's.

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