El puzzle de las cajas empieza a encajar esta semana con la adjudicación de Unnim

  • El sector financiero entra en una semana clave, en la que el Banco de España prevé cerrar la adjudicación de la catalana Unnim, con Ibercaja y Popular como favoritas, mientras se intensifican los contactos para cerrar los matrimonios de Banca Cívica, Liberbank y Mare Nostrum.
R.Ugalde

En menos de 72 horas, el miércoles como muy tarde, el Banco de España confía en tener cerrada la subasta de Unimm, entidad nacida de la suma de fuertas de Caixa Terrassa, Sabadell y Manlleu.

Salvo sorpresa de última hora, la suerte está echada y será Banco Popular o Ibercaja quien se alce con el triunfo. Una victoria que determinará, y mucho, el resto de movimientos, ya que cada vez quedan menos piezas por colocar en el puzzle en el que se ha convertido la reestructuración del sector financiero.

En la primera línea de fuego está Banca Cívica, entidad que se ha visto seriamente golpeado por el saneamiento inmobiliario y cuyos contactos con Ibercaja pueden caer en saco roto si la aragonesa se hace con Unnim.

Tras haber anunciado su matrimonio con Caja Tres, Ibercaja vería cumplida la aspiración de alcanzar (por los pelos) el listón de los 100.000 millones de volumen de activos si consigue inmponerse en la subasta Unnim.

Mayor tamaño conseguiría con Banca Cívica, ya que junto a ésta alcanzaría un tamaño de 138.000 millones de euros. Sin embargo, también se enfrentaría a una dura digestión del exceso de ladrillo de la entidad capitaneada por Caja Navarra y Cajasol.

Además, esta bicefalia es otro de los puntos que juega en contra del matrimonio de Cívica con la aragonesa, que ve con recelo las luchas de poder en la cúpula de la entidad.

Consciente de que también debe intentar jugar sus cartas en solitario, Cívica está analizando la posibilidad de poder sanear 500 millones, de los 900 millones que debe provisionar por sus activos inmobiliarios, contra patrimonio, gracias a las reglas internacionales de contabilidad.

Una jugada que también está analizando Bankia, pero que necesita el visto bueno del Banco de España, y éste ha dejado claro que quiere fusiones, no escapes contables..

No obstante, todos los peros al posible matrimonio entre Ibercaja y Cívica perderán mucho peso si el Banco de España decide adjudicar Unnim a Banco Popular.

Dicho de otro modo, si la entidad presidida por Ángel Ron se hace con Unnim, no sería ninguna sopresa que Ibercaja se uniera, tras la derrota, a Cívica.

Tras su matrimonio con Banco Pastor, Popular suma unos activos por valor de 161.000 millones. La integración de la catalana elevaría su tamaño hasta los 190.000 millones, lo que volvería a situarle por delante de Sabadell y, prácticamente, le permitiría dar por terminada su parte de la partida en este baile de fusiones.

Una partida en la que "todos están hablando con todos", señalan desde un gran banco de inversión. Aunque, en algunos casos, parece que la suerte ya está echada.

Se trata de los casos de Catalunya Caixa, futura subasta en la que todo el mundo coincide en dar a BBVA por vencedor; y Novagalicia, que sigue luchando por encontrar socios que le eviten caer en los brazos de Santander.

Otro capítulo corresponde a Bankia, que a pesar de haber sido invitada a abandonar la puja por Unnim, insiste en que es capaz de hacerse con otras cajas; y está embarcada en una dura lucha con Bancaja por la valoración que quiere hacer de Banco de Valencia y así, como Cívica, poder llevar contra patrimonio parte del saneamiento inmobiliario.

Sin embargo, detrás de estos movimientos, siempre se mantiene en la sombra la posible fusión con La Caixa, un matrimonio que no salió a finales del año pasado, pero al que nadie se atreve a dar por muerto.

En medio de todos estos grandes movimientos, están Liberbank y Mare Nostrum, dos piezas aparentemente sueltas pero que, juntas, alcanzarían un volumen de 120.000 millones y una importante complementariedad geográfica.

La primera, no obstante, podría mover ficha en breve si sus conversaciones con la portuguesa Caixa Geral de Depositos terminan cuajando en la adquisición de la filial belga del grupo luso.

Más tensas son las conversaciones entre Unicaja y Caja España-Duero, debido a las reticencias de la andaluza por consumar su fusión. Para sellar matrimonio, la entidad presidida por Braulio Medel está pidiendo un Esquema de Protección de Activos (EPA), algo que el Banco de España rechaza.

La tensión ha llegado a tal nivel que la castellano-leonesa se ha visto obligada a enviar una carta a sus empleados, en la que asegura que continuan las conversaciones para integrarse en Unicaja.

Si no fuera así, y la andaluza termina dándole la espalda, la caja se vería prácticamente abocada a la intervención... y el Banco de España en un laberinto que echaría por tierra sus planes de dejar encaminaza toda la reforma este mismo mes de marzo.

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