Madrid.- Cinco años después de que la torre Windsor fuera destruida por un pavoroso incendio, en el que no hubo que lamentar víctimas, se construye sobre el solar que dejó su demolición un nuevo rascacielos que alcanzará su máxima altura el próximo mes y estará terminado el próximo año.
El nuevo edificio tendrá 23 plantas sobre rasante y la mismas edificabilidad que el rascacielos que fue pasto de las llamas.
El Ayuntamiento de Madrid aprobó el 19 de julio de 2007 la propuesta de Asón Inmobiliaria, propiedad de El Corte Inglés.
Según el texto del acuerdo aprobado por la Junta de Gobierno del Consistorio, la edificabilidad máxima de la nueva torre se mantendrá en 35.656 metros cuadrados, que era la principal condición impuesta por la Administración municipal a los nuevos propietarios.
Cuatro meses antes, el Ayuntamiento había rechazado un primer proyecto de reordenación de volúmenes presentado por Asón Inmobiliaria, porque, aunque mantenía la edificabilidad permitida, planteaba la ocupación del 100 por ciento de la parcela, sin dejar los espacios libres para servicios públicos previstos en el planeamiento y que sí respetaba el rascacielos destruido por el fuego, según indicaron entonces fuentes municipales.
La torre Windsor tenía 106 metros de altura distribuidos en 31 plantas, y era uno de los rascacielos de la zona de negocios de Azca, junto al paseo de la Castellana.
A finales de 2006, El Corte Inglés adquirió por una cifra que ronda los 480 millones de euros la sociedad Asón Inmobiliaria de Arriendos, de la familia Reyzábal, propietaria de la torre Windsor, además del 20 por ciento de la vecina torre Picasso.
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