El Tesoro pelea hoy contra los elementos para captar 4.000 millones

  • Ayer, Portugal colocó 816 millones de euros en bonos a diez años al 5,22%, un 15% por encima de los niveles de la subasta anterior. Todo un aviso para un navegante como España, que hoy quiere captar hasta 4.000 millones de euros en bonos a 3 años en una subasta que amenaza con ser la más cara de la historia de los bonos a corto plazo españoles desde la entrada del euro
E.Utrera

Portugal ha tenido que hacer un gran esfuerzo para vender bonos a 10 años por valor de 816 millones de euros. La subasta, que ha subido cubierta 1,8 veces –un ratio discreto- ha exigido que el país luso suba desde el 4,52% hasta el 5,224% el tipo de interés que paga a los inversores.

Aunque los plazos son distintos, como la prima de riesgo con Alemania –el diferencial con Alemania es de 270 puntos en el caso del país luso y de unos 200 en el de España- se trata de una excelente piedra de toque de cara la decisiva subasta de bonos a tres años que hoy celebra el Tesoro español.

El objetivo es captar 3.000 millones de euros, aunque el importe máximo podría alcanzar los 4.000 millones. En la subasta anterior, las peticiones superaron en 1,8 veces la demanda, exactamente igual que ayer en Portugal.

Los inversores van a poner en valor el estado de salud de la economía española. Los expertos creen que el Tesoro tendrá que pagar una rentabilidad superior al 3% para asegurar la colocación y no descartan que llegue al 3,5%, lo que convertiría la de esta mañana en la subasta de bonos a corto plazo más cara en términos relativos –el precio oficial del dinero en Europa está en el 1%- desde la introducción del euro.

La rebaja del ráting de España decidida por S&P y Fitch, la creciente debilidad de las economías griega, la portuguesa o la italiana y las rebajas de crecimiento económico que supondrá los duros planes de ajuste de los países del Viejo Continente en bloque han conseguido que el dinero se refugie en los activos más seguros–el oro o el bono alemán- y rechacen los activos de las economías más débiles.

El último informe de coyuntura de BBVA, publicado el lunes, no ha contribuido a calmar los ánimos. El banco que preside Francisco González calcula en 50.000 millones de euros el coste de la reestructuración del sistema financiero español. Una cifra superior a la que manejan otros analistas, como los de Citi –que prevén un máximo de 34.000 millones- y que ha puesto a los inversores internacionales en guardia.

La anterior subasta de bonos españoles a tres años se remonta al pasado 8 de abril. Entonces se colocaron títulos por valor de 2.900 millones de euros a un tipo marginal del 2,03%. Como referencia más cercana, los bonos españoles a dos años se negocian esta mañana en el mercado al 2,88%, lo que hace prever que la subasta de mañana superará con creces el 3%.

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