El tira y afloja sobre el rescate y el euro confunde a la opinión pública

Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Tanto la Alemania de Angela Merkel como el Gobierno que preside Mariano Rajoy están jugando estos días una peligrosa partida, en la que son la economía española y la de toda la eurozona las principales piezas sobre el tablero.La canciller germana tiene la llave de la estabilidad financiera de España. En su mano está el dar luz verde para que el dinero del Mecanismo de Rescate Europeo (ESM, por sus siglas en inglés) vaya directamente a sanar los males de nuestros bancos, como espera el Gobierno. Pero, con unas elecciones a la vuelta de la esquina, a Merkel le interesa mover todos sus hilos para evitarlo.La líder ha visto como todos sus homólogos europeos iban cayendo uno a uno: en Italia, en España, en Francia... Y ha asistido también a varias derrotas electorales en comicios regionales dentro de su propio país. Si ahora da su brazo a torcer, el electorado alemán podría malinterpretarlo.¿Cuál es la otra alternativa? La intervención directa. Que España sea quien solicite, como país, el rescate con fondos europeos. Eso es lo que, según afirma el semanario Der Spiegel, habría pedido el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, a Luis de Guindos, que rechazó esa posibilidad. Si Merkel tira, España afloja.Aceptar la solución germana pondría la credibilidad de nuestro país, la cuarta economía de Europa, contra las cuerdas y podría contagiar también a Italia, la tercera. A eso se aferra Rajoy, que tiene de su parte a la mayoría de los demás socios europeos, a Estados Unidos y a las instituciones internacionales con el FMI a la cabeza. Si Rajoy tira, a Alemania le puede tocar aflojar.¿Está el PP preparando al país para una intervención?Mientras el tira y afloja continúa en la escena internacional, podría parecer que los miembros del Ejecutivo están preparando a la opinión pública española para ambos escenarios. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, evitó el viernes en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros descartar la opción del rescate. Un periodista le preguntó: ¿por qué está usted tan seguro de que no vamos a ser rescatados? La respuesta fue poco convincente: "¿Usted me ve seguro a mí?". Y siguió desgranando las razones para confiar en la recuperación de España.Ayer Rajoy se mostraba mucho más contundente. Nuestro país "no está al borde del precipicio", no va a "naufragar", saldrá de la "tormenta" y no está "en las vísperas del Apocalipsis". Hoy, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, desmentía en Onda Cero las presiones alemanas publicadas por Der Spiegel y respaldaba al líder de los populares: "España no está en el precipicio y de la crisis se saldrá", decía.El PP está dando una de cal y otra de arena, depende de quién se ponga ante los micrófonos. Esta misma mañana, el portavoz del partido en la Comisión de Exteriores del Congreso, José María Beneyto, admitía que la eventual intervención económica de España es un escenario que "no hay que excluir" y que, aunque supondría un "cierto varapalo" para la proyección exterior, no sería el "Apocalipsis"."El futuro del euro se va a jugar en las próximas semanas en Italia y en España", dijo el ministro de Economía, Luis de Guindos. Merkel y Rajoy tienen sus cartas y, de momento, tratan de mantener cara de póker. Pronto se verá quién llevaba los ases y acaba ganando la partida. Hay mucho en juego y mucho que perder.¿Y qué dice Europa?Las principales instituciones europeas -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE), Consejo de la UE y Eurogrupo- trabajan en un plan global, por encargo de los líderes de la UE, para una reestructuración a fondo de la zona del euro, según informa el Welt am Sonntag.

Como parte de ese plan, se impulsaría la unión bancaria de los países miembros y se dotaría al BCE de mecanismos para actuar de forma más decidida ante situaciones como la que se vive ahora en España.

En este sentido, el rotativo alemán apunta a la creación de un fondo de rescate para la banca, algo a lo que sólo se opone la Alemania de Merkel.