¿Eres un peligro con la tarjeta de crédito? Aprende a controlar tus gastos y pásate al prepago

Incluso en tiempos de crisis, muchos de nosotros somos un auténtico peligro con una tarjeta de crédito en las manos. Gastamos más de lo que tenemos y acabamos agobiados por las deudas. Para evitarlo, la empresa líder en pagos electrónicos, PayPal, ha encontrado una solución: una tarjeta prepago que podrás recargar en función de tus posibilidades, evitando que se te vaya la mano. Tranquilos, no es necesario ser un experto en ordenadores para utilizarla.

En primer lugar, esta nueva tarjeta no va asociada a ninguna cuenta bancaria. Si quieres te puedes olvidar del banco (algo de lo que, seguro, se alegrarán algunos). Tampoco necesitas ser usuario de PayPal, aunque eso lo hace un poco más sencillo. Lo único que necesitas es el pedazo de plástico y acudir a cualquiera de los más de 12.800 puntos de venta y recarga disponibles en todo el territorio español. Puede ser un kiosko, un locutorio, un estanco o los cajeros de la red 4B. Aquí puedes consultarlos todos.

No es la única opción. También puedes transferir dinero a la tarjeta recargable a través de internet, con el saldo de tu cuenta de PayPal o con una transferencia bancaria. ¿Y puedes pagar con ella en cualquier sitio? Prácticamente. Al menos en todos los establecimientos que admitan Mastercard.

¿Y para qué me sirve?

Hay una sutil diferencia entre esta tarjeta prepago y cualquiera de las de débito o crédito que utilizamos hoy en día. El economista Leopoldo Abadía, autor de 'La crisis ninja', al que ha recurrido PayPal para explicar a las familias cómo controlar sus gastos, lo ilustra con un ejemplo. Sus doce hijos estudiaron fuera de casa, en Pamplona, y continuamente le llamaban para pedirle dinero. "No tengo ni para comer", le decían. Pero no era cierto. Y la cartera de papa, que tenía buen corazón, siempre se acababa abriendo.

"Con la tarjeta prepago hubiera dicho: toma, majo, 300 euros. Y te tiene que durar tres meses". En definitiva, se trata de racionalizar el gasto, de ser consciente de donde está el límite. Cuando se te acaba el saldo, se acabó, así que más vale parar un poco antes.

También puede servir para apartar ese dinero que quieres dejar, por ejemplo, para un regalo o un viaje. A principio de mes recargas la tarjeta con X euros y no te gastas un duro más en caprichos. Y un escenario más: te vas de Erasmus, o se va tu hijo, y no quieres abrir una cuenta en un banco del país de destino. Sin problema: recargas la tarjeta y te la llevas en la maleta. Eso sí, la tienes que llevar comprada de España, porque de momento es el único país donde se encuentra disponible.

El objetivo de la empresa es distribuir un millón de tarjetas en los tres primeros años de funcionamiento, según ha admitido Estanis Martín de Nicolás, director general de PayPal en España y Portugal. El precio de la tarjeta es de cinco euros (otros cinco si necesitases un duplicado) y cobran también un 1% de comisión por cada recarga en cajeros y entre 1,75€ y 2,50€ por recargas en efectivo en los puntos de venta. También podrás utilizarla para sacar dinero de un cajero automático, pero en ese caso la comisión será del 1,5%.

Consejos para controlar tus gastos

"Una familia que ingresa 100 y gasta 80 vive muy bien a su nivel, ahorra un poquito y de vez en cuando se permite una pequeña locura", explica con sensatez Leopoldo Abadía. Su recomendación es no pasarse de esa raya. ¿Y cómo lo conseguimos? En su opinión, solo hay que seguir unos sencillos consejos:Aprende a gastar con criterio.Sé optimista y lucha con uñas y dientes para salir de las dificultades.Concéntrate en ahorrar y evita "que se te vaya la olla".Fija prioridades y distingue entre lo fundamental y lo accesorio.Sé prudente. No te pases de audaz, pero tampoco de cobarde.En lugar de consumir, piensa en gastar con la cabeza.Toma medidas para ahorrar.Compara precios.Date los caprichos justos.Usa más la tarjeta de prepago y la de débito que la de crédito.Controla los gastos y decide por ti mismo lo que necesitas gastar.No compres lo que no entiendes.