Espionaje eeuu. Los diputados no podrán “copiar ni reproducir” los documentos que les muestre sanz roldán

Los diputados de la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso podrán tomar nota, pero no copiar ni reproducir cualquier documento que pueda mostrarles esta mañana el director del CNI, Félix Sanz Roldán, sobre el conocimiento de su organismo respecto al espionaje que ha podido llevar a cabo en España la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA).
La comparecencia de Sanz Roldán de esta mañana está regulada por una resolución de 2004 de la Presidencia de la Cámara Baja. La norma, que actualizaba una anterior de 1992, fue acordada cuando esta institución parlamentaria era dirigida por Manuel Marín.
En esta resolución se explica que los diputados que recibirán las explicaciones de Sanz Roldán “podrán tomar notas, pero no obtener copias ni reproducciones” de los documentos que pueda mostrarles el responsable del espionaje español.
Los actuales miembros de la Comisión de Secretos Oficiales son Alfonso Alonso, del PP; Soraya Rodríguez, del PSOE; Josep Antoni Duran i Lleida, de CiU; Cayo Laya, de IU; Aitor Esteban, del PNV, y Rosa Díez, de UPyD.
INHIBIDORES
En la norma de Congreso de 2004 no se dice nada de que lo que sucedería si alguno de estos parlamentarios revelase algún aspecto relevante de lo que explique el director del CNI sobre el espionaje en España de la NSA.
A este respecto, la Comisión de Secretos Oficiales o la celebración en el Congreso de sesiones a puerta cerrada ha provocado polémica en ocasiones anteriores. En concreto, la polémica más reciente tuvo lugar en febrero pasado con motivo de la comparecencia a puerta cerrada en la Cámara Baja del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. Este alto cargo europeo acudió a la carrera de San Jerónimo a explicar qué había hecho su institución durante la crisis de deuda de los últimos años.
Semanas antes de esta comparecencia, los diputados Alberto Garzón y Joan Coscubiela, pertenecientes al Grupo de La Izquierda Plural, anunciaron su intención de retransmitir en directo por Twitter lo que dijera Draghi. Esto finalmente no sucedió, ya que unos inhibidores impidieron que los diputados usaran sus móviles mientras se explicaba el presidente del BCE.