Estas son las tres tablas de salvación de las cajas de ahorros

  • El Gobierno aprueba hoy el decreto de recapitalización del sector financiero. Para las cajas, es un todo o nada. El sector tiene dos tablas de salvación: que se suavicen los requisitos de solvencia guardando en el cajón las duras reglas de Basilea III y que se amplíe el plazo para que las grandes cajas reconvertidas en bancos puedan salir a bolsa. 
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E.U.

O seguir respirando o recibir el golpe de gracia. Ésto esperan hoy, sin medias tintas, la mayoría de las cajas del texto definitivo del decreto en el que el Gobierno va a plasmar las nuevas reglas del juego para el conjunto de las entidades financieras.

Serán más duras, pero el sector espera que no lo suficiente para dejar tras de sí un reguero de cadáveres. O se abren las botellas de champán o unas cuantas cajas de ahorros para las que no habrá milagros se prepararán para caer en los brazos del Estado en forma de nacionalización.

Para que el peor escenario no se cumpla –al menos para una gran mayoría- será necesario flexibilizar los muy duros requisitos de solvencia que la vicepresidenta Elena Salgado ha puesto sobre la mesa. Estas son las tablas de salvación que las cajas de ahorros han negociado hasta el último momento con el Gobierno.

-No más allá de Basilea II. El Gobierno ha pedido un ratio de capital principal del 8% con carácter general. Sin embargo, impone un 10% para las entidades que no coticen en bolsa o en cuyo capital no haya al menos un 20% de inversores privados.

También aplica el ratio de solvencia más duro a quienes "hayan presentado durante el trimestre anterior una dependencia media superior al 20% de su crédito a la clientela en financiación mayorista neta de activos líquidos".

Este escenario dantesco para las cajas se adecúa a las exigencias de Basilea III, que endurece mucho las de Basilea II y supondrían, como señalan en una caja, "pedir a entidades a las que no les llega la camisa al cuello que en cuestión de semanas luzcan ratios de solvencia que serían la envidia de más de un banco internacional de campanillas".

Fuentes del sector aseguran que las cajas se conformarían con una versión endurecida de Basilea II. Sirva el ejemplo de La Caixa, una de las entidades más sanas del sector financiero español.

La entidad, que ha creado un nuevo banco a través de Criteria, ha asegurado que una vez finalizada la operación llegará a un core capital del 10,9% según Basilea II. Pero si se aplica Basilea III, el porcentaje cae hasta el 8,7%. Lo que para Criteria es una diferencia sustancial, para las entidades más débiles es la raya que separa la supervivencia de la desaparición.

-Las cuatro peticiones. Las cajas, a través de la patronal CECA, han planteado cuatro escenarios que permitan a más cajas sumarse al selecto grupo de las que pueden sobrevivir con un capital básico del 8%.

Se trata de que el Gobierno abra la mano y permita incluir en el capital básico las participaciones preferentes–que Basilea III se llevará por delante-, los créditos fiscales–es decir, las deudas de Hacienda con las entidades financieras- o las provisiones genéricas.Éstas últimas suman 11.200 millones de euros.

A esta triple solicitud se suma una petición cuya aceptación se considera imprescindible desde el sector: que se amplíe la horquilla de la dependencia de los mercados mayoristas desde el 20% al 30% para exigir el ratio de solvencia más alto. Este último porcentaje es el que exige CiU para apoyar el decreto ley.

-Más plazo para las salidas a bolsa. Las cajas de ahorros están aterradas ante la obligación de salir a bolsa antes de septiembre para poder sobrevivir con un core capital del 8%. "¿Y si viene otra Irlanda? ¿Y si los inversores tratan de aprovecharse de nuestras urgencias y nos piden precios inaceptables?", señalan en el sector.

El objetivo de las cajas es retrasar al menos un año la obligación de saltar al mercado. "Nos gustaría que el Gobierno se conformara con nuestro compromiso de salir a bolsa. Que tengamos aprobada la operación y elegidos los bancos que van a realizarla debería ser suficiente para que se nos permitiera salir cuando las condiciones de mercado sean las mejores", aseguran desde una entidad.

En el mercado se baraja la posibilidad de que el Gobierno ceda a medias y amplíe el plazo hasta el 31 de diciembre. Algo es algo para las entidades que por tamaño pueden salir a bolsa –Banco Financiero y de Ahorros, Banco Base y Banca Cívica- y van a necesitar tiempo y mucho esfuerzo para conseguir el favor de los inversores.

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