La otra cara de los 420 euros: Llega a un 25% del previsto y solo el 16% se coloca

Esta mañana, el Consejo de Ministros ha aprobado la prórroga del Programa de Activación para el Empleo (PAE) mediante un Real Decreto-ley, justo el día en el que terminaba el plazo de solicitud. El PAE es la famosa ayuda de 426 euros que el gobierno de Mariano Rajoy aprobó en diciembre de 2014 (Real Decreto-ley 16/2014) para "mejorar la empleabilidad y dotar de nuevas oportunidades al colectivo de trabajadores desempleados". Sin embargo, los resultados han estado lejos de ser los esperados.Solo un 16% de los beneficiarios han encontrado trabajo

La ministra de empleo, Fátima Báñez, estimaba en enero de 2015 que alrededor de 400.000 desempleados podrían beneficiarse del PAE. Sin embargo, menos de un tercio de ellos lo han podido disfrutar. A cifras actuales, solo 99.410 solicitudes han sido aprobadas de un total de 161.583 recibidas, es decir, solo un 25% de los posibles beneficiarios.

Febrero de 2015 fue el mes estrella de esta subvención: 34.836 solicitudes fueron recibidas, de las cuales 27.332 se admitieron; a partir de ahí, la cifra de solicitudes recibidas y aprobadas han ido disminuyendo hasta alcanzar, en febrero de este año, únicamente 7.603 solicitudes -3.359 aprobadas-, notándose un ligero repunte en el mes de marzo por el cercano fin del programa.

Para obtener este subsidio, el solicitante debía tener, al menos, un familiar (cónyuge o hijo menor de 26 años) a su cargo y haber agotado previamente y con anterioridad de seis meses los otros tipos de ayudas extraordinarias; además podía compatibilizar esta ayuda con el ingreso de rentas por cuenta ajena, siempre que al dividir la misma entre el número de miembros de la familia no se superasen los 490 euros a cada uno. El beneficiario obtenía también un itinerario individual y personalizado destinado a mejorar la empleabilidad y búsqueda laboral del parado. Como muestra del fracaso del programa, es elocuente que solo el 16% de las personas que recibían la ayuda han conseguido compatibilizarla con el ingreso de rentas externas, es decir, han conseguido un trabajo mientras la recibían. Dentro de ese porcentaje de contratados, un 87% han mantenido su empleo tras finalizar el programa.Donde hay más beneficiarios existe menos éxito laboral

Por comunidades autónomas, Andalucía se lleva la palma en cuanto a número de beneficiarios del PAE con 31.452 subsidios. Segunda se coloca la Comunidad Valenciana -12.898 ayudas-, Canarias -9.147-, Castilla-La Mancha -7.821- y Cataluña -6.984-. El número de subvencionados va decreciendo hasta llegar al País Vasco -291 subsidios-, La Rioja -244- y Navarra -209-. Cabe destacar que las ciudades autónomas han acogido con los brazos abiertos a la PAE, pues solamente en Ceuta hay 1.219 beneficiarios y, en Melilla, 324, o lo que es lo mismo, entre los 170.000 habitantes de ambas ciudades suman los mismos subsidios del PAE -1.543 beneficiarios- que los 1.325.000 habitantes de Aragón -1.542 beneficiarios-.

En cuanto a ese 16% de subvencionados con trabajo, las mayores tasas de éxito se han conseguido en Navarra -con el 27% de beneficiarios empleados-, La Rioja -24%-, Madrid, Asturias y Aragón -21%- y Galicia y Castilla y León -20%-. Los menores porcentajes se han conseguido en Comunidad Valenciana, Canarias, Andalucía y Cantabria -con un 15% de empleados-, mientras Ceuta y Melilla se van al 5 y 6%, respectivamente. En general, y teniendo en cuenta el número total de beneficiarios y beneficiarios que consiguieron empleo, destaca que las tres regiones con más subvencionados -Andalucía, C. Valenciana y Canarias- son también en las que estos han tenido menos éxito laboral. Obviando, eso sí, el caso especial de las ciudades autónomas.¿Qué otro tipo de ayudas existen?

Además del PAE, actualmente se puede acceder a otros dos tipos de ayudas extraordinarias: el Plan PREPARA y la Renta Activa de Inserción (RAI). Los tres tipos de subvenciones están destinados a personas en situaciones límites y que hayan agotado su prestación por desempleo. También cabe destacar el papel de los salarios sociales gestionados por las distintas Comunidades Autónomas y para personas en riesgo de exclusión social. Queda ya inaccesible el Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción (PRODI), que fue la antesala del PREPARA y cuyos requisitos de acceso y cuantías recibidas son muy similares a las del PAE.

El PREPARA, o Programa de Recualificación Profesional de las Personas que Agoten su Protección por Desempleo, fue aprobado el 11 de febrero de 2011 -mediante el Real Decreto-ley 1/2011- y se prorrogó el 25 de enero de 2013 -Real Decreto-ley 1/2013-. En la última resolución del mismo se ratificó una "prórroga automática del programa por períodos de seis meses cuando la tasa de desempleo, según la Encuesta de Población Activa (EPA), sea superior al 20 por ciento"; por lo que la última ampliación se tramitó el 16 de febrero de este mismo año, al ser la tasa de desempleo de la EPA del último período de 2015 del 20,90%. El PREPARA se ha renovado automáticamente hasta en tres ocasiones seguidas y supone ayudas de 400 euros -450 si hay tres hijos o más en la familia- y por un máximo de seis meses.

La Renta Activa de Inserción, por su parte, está destinada específicamente a parados de larga duración mayores de 45 años, emigrados retornados del mismo rango de edad, víctimas de violencia machista o de género y personas con discapacidad igual o superior al 33%. Los requisitos son similares a los de PAE en términos de compatibilización con otros ingresos económicos. No obstante, la duración y cuantía percibida son distintas. El RAI supone el 80% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) -que actualmente se sitúa en los 532,51 € por sexto año consecutivo y lo que supone una ayuda de 426€- y durante un período máximo de 11 meses de duración. Esta ayuda fue lanzada en 2006 y sufrió una modificación en las condiciones en 2012. Se puede optar a ella hasta un máximo de tres veces separadas entre sí por 12 meses como mínimo.Una subvención "restrictiva e insuficiente"

El PAE supone pequeños cambios con respecto a los anteriores programas de desempleo; no obstante "las modificaciones introducidas tenían como principal objetivo reducir un programa que era ya de por sí insuficiente", según recalca Daniel Pérez del Prado, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, a través del blog Agenda Pública. La posibilidad de acceso a este tipo de ayudas se ha endurecido aún más que las condiciones de recorte que ya supusieron el PREPARA o el PRODI.

En primer lugar, esta ayuda ya no está disponible para cualquier parado desprovisto de protección y se centra "exclusivamente en los parados de larga duración y en aquéllos desempleados que contaban con responsabilidades familiares", como puede ser un hijo. También quedan afectados los jóvenes y los trabajadores "que, por tener periodos de empleo cortos e intermitentes, no alcanzan a la cobertura del nivel asistencial".

Por último, "también se endureció el acceso y mantenimiento de la ayuda a través de un mayor control al desempleado, al exigirse estar inscritos como demandantes de empleo, habiendo suscrito el compromiso de actividad y comprometiéndose a realizar las distintas actuaciones que se determinen por el servicio público de empleo correspondiente en el itinerario activo de inserción laboral", concluye Pérez del Prado. En definitiva, el PAE ha demostrado ser un programa de empleo que sigue los pasos de sus predecesores en alcance y éxito.