Expertos denuncian la falta de información de las personas con discapacidad sobre la oferta de cine accesible


Expertos en accesibilidad en el ámbito cinematográfico destacaron que es necesario fomentar que la persona con discapacidad vaya al cine y, para ello, es esencial que el colectivo tenga información sobre la oferta existente de cine accesible.
Así lo aseguraron durante un encuentro informativo en Servimedia con motivo de la presentación de la publicación ‘Principios de Accesibilidad Audiovisual en el cine’, elaborada por el Real Patronato sobre Discapacidad y Fundación ONCE.
Belén Ruiz, directora del Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción (CESyA)destacó que las salas de cine se están incorporando al mundo de la discapacidad y subrayó que “hacer que un público que antes no iba al cine porque lo tenía vetado es bueno para todos”, tanto para las personas con discapacidad como para las salas, “que van a ser mucho más rentables”.
Desde su punto de vista, existe un problema de concienciación social. “No se trata de un problema de tecnología ni de costes porque la producción de accesibilidad no es cara”, puntualizó, al tiempo que consideró que el problema es “la falta de conocimiento de la industria sobre las soluciones de accesibilidad existentes”.
Además, destacó que las personas con discapacidad “no están acostumbradas a tener una oferta de cine y no acuden a las salas porque, muchas veces, les falta información”.
Desde el mes de agosto, CESyA elabora y envía a las entidades de la discapacidad una cartelera accesible y en diciembre se pondrá en marcha una web que recogerá la oferta de cultura accesible.
Entre las tareas pendientes, destacó, convencer a productores, distribuidores y a todo el sector de que el cine accesible es un negocio, ayudar a los profesionales a hacer servicios de apoyo, a través de una formación cualificada, y dar a conocer la oferta accesible a las personas con discapacidad.
Por su parte, Dimas Lasterre, director de Cine Accesible, empresa especializada en realizar proyecciones accesibles, subrayó que “está costando mucho esfuerzo que las salas se conciencien”, sobre todo, porque “las salas son víctimas del mal momento por el que atraviesa el cine” y la accesibilidad “es un problema más para ellos”.
En estos momentos, dijo, “la accesibilidad no está contemplada en los procesos de producción, distribución y exhibición de la película” y explicó que “cuando las películas son nacionales, hay más tiempo para incluir el subtitulado, pero en las producciones internacionales el tiempo de reacción es mucho menor”.
Así, aseguró que Cine Accesible comenzó proponiendo a las salas de cine que programaran un día de la accesibilidad y actualmente muchas de ellas programan sesiones cada día. “Ya no resulta tan extraño que una persona ciega esté en una sala de cine en una sesión convencional”, afirmó.
Por ello, opinó que “hay que ir paso a paso y convencer a todo el mundo de que hay una demanda latente y una oferta de ocio accesible”.
En esta línea, Rosario Alburquerque, subdirectora General de Promoción y Relaciones Internacionales del Instituto del Cine y de las Artes Audiovisuales (ICAA), consideró que al sector de las productoras que le “le cuesta mucho aceptar los cambios y actualmente su preocupación es si van a tener financiación para producir una película”. En esta línea, recordó que la Ley del Cine contempla incentivos para la accesibilidad.
Alburquerque puso en valor los avances en lo que respecta a la accesibilidad al cine que han tenido lugar en los últimos años. “A la persona con discapacidad hasta hace unos años no se le ocurría ir al cine, estaba vetado para ellas”, destacó.
Ángel Garcia Crespo, autor de la publicación, señaló que las nuevas tecnologías han ayudado muchísimo a la accesibilidad y que ésta “tiene que ir incorporada desde la primera ventana de la película que es el cine”. Así, Crespo consideró que “la situación de España en accesibilidad audiovisual respecto al resto del mundo es muy buena”.
Crespo aseguró que “las personas con discapacidad no han adquirido la costumbre de ir al cine por lo que el volumen de asistencia es escaso” aunque, recalcó, “la película tiene que ser accesible por derecho independientemente de la gente que vaya a verla”.
En su opinión, hay que fomentar que la persona con discapacidad vaya al cine porque se trata de “un acto de socialización” y, para ello, es esencial que el colectivo tenga información sobre la oferta existente, que la accesibilidad se anuncie en el cartel de la película o en los anuncios.
Finalmente, Azuzena Pascual, de Whatscine, empresa destinada a proporcionar accesibilidad e interactividad en los cines para personas con discapacidad visual o auditiva, señaló que los distribuidores en España no son muchos y son muy reacios a incorporar la accesibilidad “por el tema de la piratería”.
Pascual insistió en que “la accesibilidad debe ser un derecho no un privilegio”.
A pesar de que, dijo, “los exhibidores se están concienciando poco a poco”, deben, puntualizó, “implicarse en lo que se refiere a la información porque tienen sus propias páginas web y podrían anunciar las sesiones accesibles”.

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