Gallardón dice que Madrid seguirá avanzando con el combustible de los propios madrileños

Madrid.- El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha asegurado hoy que, a pesar de la discriminación a la que somete el gobierno de la nación a Madrid, esta ciudad seguirá siendo el motor de la economía española y "seguirá avanzando con el combustible que generen los propios madrileños".

En la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno que ha aprobado hoy el proyecto de presupuestos para 2011, Gallardón ha insistido en que "Madrid no se para, no se va a paralizar la ciudad", a pesar de que "nos lo han puesto difícil, nos han movido el suelo bajo los pies y han intentado atarnos las manos".

El alcalde ha calificado de "poco inteligente" la decisión del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de no permitir a los ayuntamientos refinanciar su deuda, ya que "el crecimiento de Madrid beneficia a todos los españoles".

Para Gallardón, la discriminación a los ayuntamientos por parte del gobierno central, que "no se confirmó hasta la semana pasada" manteniendo la "incertidumbre" hasta el último momento, corresponde a "una política de escaparate" y a la actitud de "ser fuerte con los débiles y débil con los fuertes".

Según el alcalde, Madrid "va a seguir ejerciendo su liderazgo y va a seguir teniendo unos ratios de aportación a la riqueza nacional y de empleo superiores al resto de España" y "lo vamos a hacer con el esfuerzo de los madrileños".

Gallardón anunció que, a pesar de las indicaciones que recibió del Gobierno socialista de incrementar la presión fiscal para pagar a los proveedores, en Madrid no suben los impuestos en 2011 ni siquiera en términos de IPC e, incluso, baja la tasa de basura en un 9%, mientras que se mantienen los servicios y prestaciones a los ciudadanos y se amplían los supuestos de exención de impuestos para los más desfavorecidos.

Rebatió la afirmación de que Madrid pidiera un trato de excepción por parte del gobierno central y aseguró que no solicitó "ninguna medida distinta que para cualquier otra ciudad de España" sino que sólo quiso conseguir "las mejores herramientas de gestión en un momento difícil".

En cuanto a la postura del PP sobre la refinanciación de la deuda de los ayuntamientos, Gallardón sostuvo que mantiene la exigencia de que no se discrimine a las corporaciones locales frente a comunidades autónomas y Administración Central del Estado y establece "otros parámetros", como la aplicación de la Ley de Morosidad, por la cual el Instituto de Crédito Oficial (ICO) está obligado a facilitar créditos apra el pago a proveedores.

Gallardón reconoció no saber "cuáles han sido las intenciones del Gobierno" para no permitir la refinanciación de la deuda municipal y dijo que "la única razon" que recibió durante su reunión con Rodríguez Zapatero fue que el plan presentado a Bruselas "para resultar creíble, tenia que mantener determinadas actuaciones, que si se trataba igual a ayuntamientos, comunidades autónomas y Administración Central, perderían credibilidad".

A su juicio, esa argumentación "no se sostiene", "no resulta creíble" y podría calificarse de "disculpas y prestextos".