Gemma Montull queda libre tras descargar sus culpas en Millet y en su padre

Barcelona.- El juez que investiga el desvío de fondos del Palau de la Música ha dejado hoy en libertad con cargos a la ex directora financiera de la entidad, Gemma Montull, tras una declaración en la que la imputada ha descargado toda su responsabilidad en su padre, Jordi Montull, y en Fèlix Millet.

Montull ha quedado en libertad provisional, sin ninguna medida restrictiva de sus derechos, ni siquiera la retirada del pasaporte, que el juez sí acordó incautar a los dos principales imputados por el saqueo del Palau, que presuntamente desviaron más de 20 millones de euros de la institución.

El juez instructor, Juli Solaz, ha tomado esa decisión en contra del criterio de la Fiscalía y de la acusación particular ejercida por el Consorcio, que pedían que Montull ingresara en prisión preventiva por riesgo de fuga y de destrucción de pruebas.

También han declarado hoy ante el juez los dos ex tesoreros del Palau de la Música Pau Duran y Enric Álvarez, quienes se han desvinculado del saqueo de la entidad cultural y permanecen en libertad porque ninguna de las partes ha pedido medidas cautelares en su contra.

Según han informado a Efe fuentes judiciales, durante su declaración ante el juez, que ha durado más de dos horas, Montull ha desviado su responsabilidad en Fèlix Millet y su padre porque, según su versión, ella se limitaba a poner en práctica las decisiones que adoptaban los dos principales imputados en el caso.

En este sentido, ha alegado que accedió a la entidad en 2003 de la mano de su padre como adjunta del director administrativo, cargo que desempeñaba Jordi Montull, y que en 2005 fue nombrada directora financiera pese a carecer de formación contable y jurídica, porque sólo tenía estudios de magisterio.

Como hicieron en su día los dos principales imputados por el saqueo del Palau, la hija de la mano derecha de Fèlix Millet también ha culpado al abogado Raimon Bergós en la falsificación de las facturas ante Hacienda con las que presuntamente se enmascaró el desvío de fondos.

Montull ha asegurado además que no tenía ningún control sobre las cuentas del Orfeó Català, un argumento que ha contradicho Pau Duran en su declaración judicial, cuando ha asegurado que la ex directora financiera era la que informaba de todas las cuestiones económicas relativas a la entidad musical en las reuniones periódicas del comité económico de la institución.

Respecto al lápiz de memoria que Gemma Montull sacó a escondidas del Palau de la Música, tras los registros policiales, la imputada ha asegurado que contenía documentación personal, así como las facturas falsas que la institución presentó ante la Agencia Tributaria para camuflar el desfalco.

Por su parte, el ex tesorero Enric Álvarez ha admitido que cobraba un sueldo de 1.800 euros al mes en negro, pero ha negado que las dietas de las orquestas y artistas contratados por el Palau se pagaran con dinero no declarado.

De esta manera, ha venido a desmontar una de las principales coartadas que Millet y Montull esgrimieron ante el juez instructor para justificar que la contabilidad del Palau de la Música manejara grandes cantidades de dinero en efectivo.

Álvarez, que ha insistido en que su función era meramente representativa, ha afirmado que varios de los documentos investigados en los que figura su firma los rubricó sin ni siquiera leerlos por la confianza que tenía en Millet y Montull, aunque ha destacado que nunca firmó cheques en blanco.

Además, el imputado ha dicho no reconocer su firma en varias facturas que constan en la causa por las que el Orfeó Català recibía dinero del Consorcio del Palau de la Música, integrado por la Generalitat, el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Barcelona y que nutre de subvenciones a la institución cultural.

Álvarez ha ratificado ante el juez la carta que, una vez destapado el saqueo, envió a la actual presidenta del Palau, Mariona Carulla, en la que subrayaba que él no tenía control alguno sobre las cuentas de la entidad y que éstas las manejaban en exclusiva Millet, Montull y su hija.

Por su parte, el otro ex tesorero Pau Duran, cuya declaración ha sido la más breve porque su firma aparece en muy pocos documentos, se ha desvinculado totalmente del saqueo alegando que su cargo era simbólico, y que sus contactos con la institución eran una vez al año, por lo que recibía las cuentas ya cuadradas.

La investigación del desvío de fondos del Palau dará un nuevo paso el próximo miércoles, con la declaración de los abogados que presuntamente asesoraron a los responsables del desfalco en la elaboración de facturas falsas que enmascararan el saqueo.

En principio, la Fiscalía no tiene previsto pedir medidas cautelares contra esos tres imputados -Raimon Bergós, Santiago Llopart y Edmundo Quintana-, dado que sólo se les atribuye un delito de falsedad documental.