Adiós definitivo al yacimiento petrolero más antiguo de España (data de 1966) y el único localizado en la Península. El Gobierno ha acordado este viernes dar inicio al procedimiento de ejecución subsidiaria del plan de abandono definitivo de esta concesión para la explotación de hidrocarburos localizada en La Lora, situado en Ayaluengo (Burgos). En concreto, este viernes, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado la orden ministerial que pone fine a la concesión de la Compañía Petrolífera de Sedano (CPS) en la explotación. Además acuerda la ejecución subsidiaria, por parte de la Administración, del plan de abandono definitivo y el desmantelamiento de las instalaciones existentes. La concesión de La Lora fue adjudicada en 1966 a Campsa, Calspain y Texaco y ha esado vigente durante medio siglo.
De esta forma, con carácter de urgencia procederá a un diagnóstico del estado actual de las instalaciones, que probablemente se encomendará a Tragsa, y se actualizará el plan de abandono, que la concesionaria ha dejado sin aplicar, según han indicado fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. En octubre de 2021, se declaró el concurso de acreedores de CPS, acordando la suspensión de las facultades de administración y disposición por la administración concursal.
La empresa al cargo de la explotación del yacimiento ya recibió en 2018 la notificación del Gobierno de España para iniciar su desmantelamiento, tras no volverse a licitar la concesión. Un año antes, el anterior Gobierno del PP ya denegó la prórroga para el yacimiento al haber transcurrido el límite temporal previsto, por lo que la caducidad de la concesión tendría lugar el 31 de enero de ese año, fecha a partir de la cual la concesionaria debería desmantelar las instalaciones y mantenerlas en condiciones seguras hasta que tal desmantelamiento fue definitivo.
Una producción residual
La denegación de esa prórroga, tras cumplir 50 años de explotación de la concesión, por parte del entonces Ministerio de Energía se basó en los informes negativos de la Abogacía del Estado y del Consejo de Estado. La producción del yacimiento de La Lora tenía un peso residual en la demanda nacional, destinándose principalmente a la quema industrial en la zona.
